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Situación histórica en el momento de la aprobación de la Ley Helms Burton

La Ley Helms Burton fue aprobada en el Congreso de los EEUU en 1995 y ratificada por el presidente William Jefferson Clinton en marzo de 1996.

En 1995 el imperialismo norteamericano disfrutaba la “gloria” de haber quedado como único polo de super poder en el mundo, pues la bipolaridad a la que la humanidad había llegado como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial y la aparición del Sistema Socialista Mundial encabezado por la Unión Soviética, había desaparecido tras la caída del socialismo real en Europa del Este. El socialismo fue traicionado, los partidos comunistas, socialistas y obreros que conducían la construcción y el desarrollo de la nueva sociedad cometieron graves errores de dirección política que provocaron crisis de gobernabilidad que se hicieron irrevocables y aquel poder se derrumbó.

Los norteamericanos y sus aliados consideraron llegado el momento de la supremacía absoluta del imperialismo capitalista en el mundo porque un solo polo de fuerza económico, militar y político se presentaba ante sus ojos, el de ellos.

En 1994 el presidente William Clinton está gobernando en condiciones difíciles e incómodas. Él es demócrata y los republicanos tienen amplia mayoría en el congreso y descalifican su gestión al frente del ejecutivo.

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Jesse Helms ha concebido diez puntos para revocar y corregir la política exterior del presidente Clinton. Las posiciones más reaccionarias y de pretensiones hegemónicas hacia el mundo son acogidas con mucho entusiasmo por un congreso fascistoide convencido de que no hay fuerza económica, militar ni política capaz de oponerse a sus designios en el mundo. El muro de Berlín ha caído hace ya varios años.

En 1995 por causas fundamentalmente de carácter externo, como lo fue la ya referida implosión del sistema socialista mundial, Cuba está hace cinco años en una aguda crisis económica y muchos esperan en el mundo que de un momento a otro el gobierno revolucionario de la República de Cuba caiga como cayeron todos aquellos gobiernos europeos que fueron sus aliados y que ayudaron mucho en los avances económicos y sociales que el socialismo había logrado en Cuba. Pero Cuba no caía y contrariamente a lo esperado ya en 1995 la crisis económica en el país había tocado fondo y comenzó, aunque tenue, un proceso de recuperación. Lo más reaccionario de aquel congreso norteamericano encabezado por Jesse Helms concibió una nueva ley para arreciar el bloqueo y acelerar la derrota del socialismo en Cuba, con una guerra contra su gobierno pero fundamentalmente contra su pueblo, que se resistía a presiones externas para cambiar el curso de su historia.

Con la Ley Helms Burton, consideraron sus patrocinadores y aliados, se daría la estocada final al gobierno antimperialista de Cuba. En el momento de la aprobación de la ley en el congreso norteamericano en 1995, el presidente Clinton la consideró inoportuna pues apreció que el título III que otorgaba el derecho al gobierno norteamericano de sancionar a terceros países por mantener relaciones económicas, comerciales y financieras con Cuba a contrapelo de las prohibiciones establecidas por el bloqueo, traería dificultades en las relaciones de EEUU con sus aliados. El presidente Clinton no firmó la Ley Helms Burton en el momento en que la recibió en la Casa Blanca procedente del congreso para su ratificación. También las organizaciones contrarrevolucionarias cubanas radicadas en los EEUU, creadas, entrenadas y financiadas por los  poderes norteamericanos y dirigidas como una fuerza más contra su propio país consideraron desde principios de los años 90 que había llegado el momento de intensificar sus acciones hostiles contra su pueblo para acelerar la caída del que apreciaban como debilitado y moribundo ya socialismo en Cuba.

La organización contrarrevolucionaria “Hermanos al rescate”, una flotilla aérea creada con aviones dados de baja de la Fuerza aérea de los EEUU y donados a José Basulto, líder de dicha organización, con licencia operativa para actuar contra Cuba desde una base aérea de los EEUU, consideró llegado el momento de trascender sus límites de actuación sobre el estrecho de la Florida y penetrar en el espacio aéreo nacional de Cuba, legítimamente reconocido internacionalmente, penetrando incluso en el territorio nacional cubano sobrevolando el malecón habanero y realizando riegos masivos de propaganda contrarrevolucionaria, filmando ellos mismos estas provocaciones y divulgándolas por la televisión de Miami, “haciendo méritos” para su expediente de actuación contra la soberanía y el socialismo en Cuba.

La dirección de la Revolución decidió impedir la repetición de tales hechos violatorios de la integridad y la soberanía del espacio aéreo y el territorio nacional cubano, no sin antes reiterar la denuncia de tales hechos ante el gobierno de los EEUU con los datos y precisiones suficientes para que el poder ejecutivo norteamericano con la autoridad y responsabilidad que le confieren sus leyes abortara dichos actos contra Cuba desde su territorio, responsabilizándolo con las consecuencias que estas provocaciones podrían acarrear de continuar las mismas, que no quedarían impunes.

El 24 de febrero de 1996 los aviones de Hermanos al rescate en flagrante violación de la soberanía cubana y del derecho internacional penetraron en el espacio aéreo cubano, en respuesta y con legítimo derecho la Fuerza aérea cubana interrumpió ese vuelo.

Lo más guerrerista del poderío militar norteamericano exigió al presidente responder inicialmente con un golpe quirúrgico sobre las bases aéreas cubanas. Fuerzas moderadas dentro del sistema político propusieron al presidente aprobar la Ley Helms Burton. El presidente norteamericano no fue honesto y no tuvo el valor de reconocer su responsabilidad con lo sucedido ni la obligación del gobierno norteamericano de no dejarse arrastrar a confrontaciones de ese tipo por intereses mezquinos de minorías interesadas por un lado en supremacías universales inviables y por otro en desconocer la soberanía y el derecho de autodeterminación de los pueblos.

En video

/nre/

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