Colombia, Las Tunas.- Cuando Maikel Cruz del Sol mira a sus tierras sembradas de tabaco, la emoción le invade. Y la esencia está en que no se trata de producir hojas para los puros, sino de producir posturas para los tabacaleros del municipio de Colombia.
Su pedazo de tierra es como un apéndice de su vida. Todos los días atiende culturalmente a sus semilleros. Por eso, de las poco más de nueve hectáreas que tiene bajo su responsabilidad ya florecen tres, con más de 45 mil posturas que alimentarán los planes de los productores de tabaco del municipio.
Asociado a la cooperativa de créditos y servicios Lázaro Peña, Maikel Cruz del Sol también siembra cultivos varios, e integralmente dedica largas jornadas a su labor porque, como él mismo dice, el tabaco se alimenta con la presencia del hombre en el campo. Y eso lo llena de felicidad.
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