Las Tunas.- El lago del amor, en estos momentos colmado de flores de loto de color rosado, blanco y morado, es la nueva opción que ofrecerá el jardín botánico de Las Tunas cuando reabra sus puertas al público.
Así la instalación incorpora la colección de plantas acuáticas a su numerosa lista de propuestas que incluye uno de los palmetum más diverso y mejor conservado de Cuba y áreas con especies de casi todos los continentes del mundo entre las que llaman la atención los impetuosos Baobab, de África.
Cuando vuelva a recibir visitas, la instalación también mostrará más bellos sus conjuntos naturales que crecen en las naves conformadas por bonsáis y otras especies ornamentales que en todos estos meses han sido objeto de esmerada atención cultural, reposición y rejuvenecimiento.
Desde junio hacia acá los obreros, especialistas, técnicos y directivos del jardín han aprovechado las bondades de las lluvias para la siembra de palmas Reales en el sendero martiano además de crotos, marpacíficos y otros ejemplares que, luego, aportarán para los jardines de las instalaciones, parques y plazas de la ciudad.
También han plantado especies frutales y medicinales como anón, guanábana, limón y el bambú, que emplearán en la cerca perimetral del jardín botánico. Reabrir sus puertas con un aula ecológica más amplia y mejor equipada también los mantiene ocupados en un empeño por ofrecer más facilidades para la educación medioambiental de niños y jóvenes, principalmente.
Este mes de agosto los especialistas recorrieron áreas de La Herradura, en la costa norte de la provincia, monitoreando la población de la Bonania Elíptica y un tipo de cactus. Esta labor está integrada a uno de los proyectos que desarrollan para la conservación de cinco especies que estan en peligro crítico de extinción.