Las Tunas.- La Unidad Empresarial de Base (UEB) “26 de Julio”, perteneciente a la Empresa Cárnica de Las Tunas logra mantener estables sus producciones mediante el aporte del Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR).
Estos hombres y mujeres buscan soluciones a aquellos problemas técnicos que se presentan en las diferentes líneas productivas. Allí se adaptan y sustituyen piezas con muchos años de explotación, que por las restricciones del bloqueo estadounidense resulta imposible adquirir en el mercado internacional.
Carlos Enrique Agudín Hernández es un fiel ejemplo. No deja de aportar soluciones importantes que redundan en mejoras tecnológicas e incremento de la productividad, optimización de procesos y equipos, devolución a la producción, como nuevos, de aparatos con alto grado de deterioro, fabricar y recuperar piezas.
El innovador echó a andar el molino, equipo imprescindible en la producción, y ahora se esfuerza en la creación de un tacho para la elaboración de croquetas.
Hoy los 62 trabajadores que integran la UEB 26 de Julio garantizan más de 10 productos que tienen como destino el consumo social. No obstante, se proyectan a seguir diversificando las producciones.
La UEB cubre también el suministro cárnico de la canasta familiar normada en los municipios de Las Tunas, Majibacoa y Jobabo. Y tiene entre sus metas aumentar sus producciones e insertarse a la vez en otros mercados.
Los desvelos ante cada paro en la producción por alguna rotura, los aportes a través de la ANIR, los horarios extendidos y la ejemplaridad en el cumplimiento de cada encomienda se evidencian en los resultados productivos de estos trabajadores que piensan como país.
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