Las Tunas- La distribución de agua en pipas, es una de las más complejas labores que sostienen los trabajadores de servicios comunales en Las Tunas a pesar de la acentuada carencia de combustible en los últimos meses.
Ellos asumen el mayor peso de la tarea en la provincia con el suministro a la población de más de cuatrocientos 40 asentamientos casi todos en zonas rurales y distantes.
Grisel Alonso, la directora de Servicios Comunales en la provincia explicó que aunque se extendió el ciclo de entrega que era de siete, a diez días, se asegura el agua organizando mejor la distribución y aplicando medidas como la rehabilitación de pozos, cisternas y otros reservorios.
Refirió que a ello se integran las iniciativas de las localidades y la cooperación de los pobladores para mantener el abastecimiento del líquido con cierta estabilidad definiendo puntos de concentración colectivos que permita reducir en la medida de lo posible, el depósito individual que genera más gastos.
De igual forma se ajusta el consumo de agua por consumidor garantizando su uso solo para la subsistencia y las labores domésticas fundamentales.
Debido a la contingencia energética, además de la distribución de agua, se afecta la recogida de la basura y otras que requieren de transporte automotor.
“Ello nos obliga a aplicar medidas que permitan un mejor aprovechamiento del aporte de los carretoneros porque solo se asegura combustible para la limpieza de áreas muy específicas de la ciudad capital.
Nuestro trabajo en el municipio cabecera se enfoca en proteger las calles y avenidas principales y los residuos biológicos de instalaciones hospitalarias fundamentalmente”.
En estos momentos asumen la recolección de basura 183 carretoneros de 273 que se necesitan para cubrir todas las zonas comunales de la provincia.
Para que su labor sea más efectiva en esta ciudad se coordina mejor el trabajo de esta fuerza con las brigadas que trabajan en tractores y camiones colectores.
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