Radio Victoria en Vivo

InicioSin categoríaRealidad on y off line, el justo balance

Realidad on y off line, el justo balance

Carlitos observa atento a su mamá, le pide un momento de atención para jugar, pero esta hace caso omiso de sus palabras. No le puede atender, su vieja amiga del pre le escribe por Messenger. Eso es lo más importante para ella, nada interesa en ese momento, solo las notificaciones del Facebook.

Corre hasta la ventana para ver si papi llega, pero aún no es hora. Vuelve cabizbajo al sillón delante de la tv, allí donde conversa con su amigo imaginario y mira ya cansado, los mismos muñes de cada semana.

Pero Carlos es solo un ejemplo de muchos, y es que, los nacidos en este siglo tenemos la suerte o la pesadilla de haber crecido entre emojis, likes y comentarios cibernéticos. Incluso en algunas familias, hasta se vuelve habitual cenar mientras los miembros conversan entre sí por el chat, comentan las últimas noticias del barrio y cuestionan a algún integrante por no darle me encanta a la foto publicada hace pocos minutos.

Redes sociales como Twiter, Whatsapp, Facebook o Instagram, nos permiten comunicarnos en tiempo real, subir videos, textos o fotos, tener diálogos online y hasta vernos cara a cara a pesar de miles de kilómetros de separación. ¡Pero cuidado! puede ser que expongas tu vida un poco más allá de lo necesario.

Las tecnologías de la información y lasc oomunicaciones adquieren popularidad sobre todo entre los jóvenes quienes buscan ser escuchados, formar parte de un grupo acorde con sus intereses, intercambiar con familiares fuera del país, enamorarse y sobre todo conocer. Y en ese aspecto las redes proponen atractivas sugerencias: recuerdan tu cumpleaños, identifican tu rostro en imágenes aún sin etiquetar, te sugieren amigos y  hasta saben las personas que quizás conozcas ¿será simple casualidad?

El mundo a la distancia de un clic no es solo un eslogan, es una realidad que nos toca bien de cerca. Tal parece que la humanidad está destinada a convertirse en una aldea global donde todos, absolutamente todos, tendremos como identidad los perfiles en redes sociales como Facebook o YouTube, en los que, además, serán más importantes los chats o las conversaciones on line que los encuentros personales.

Sin embargo, no podemos estar de espaldas a las tecnologías de la comunicación porque ellas nos proponen infinitos conocimientos y una novedosa vía de relaciones interpersonales muy fructíferas si las desarrollamos  con responsabilidad y respeto.

No obstante, considero que nada remplaza la calidez del abrazo o el beso, la satisfacción de la risa del amigo, las discusiones en el parque sobre la pelota, la última parte de Juego de tronos o sobre de las ocurrencias de Pánfilo. Convertirnos en androides no es la solución o al menos no es la justa medida para “sacar” el mejor provecho a las tecnologías. La humanidad ha de lograr equidad entre lo negativo y lo provechoso de estas herramientas. Es hora de alzar la mirada; más allá de la pantalla hay un mundo que nos promete buenos momentos, un niño que nos hará reflexionar sobre la vida, un anciano a quien ayudar, amigos que te invitarán a salir, en fin, siempre hay personas que nos necesitan y que nos harán sentir como lo que somos, seres capaces de vivir en sociedad.

Nunca cambies una mirada por atender un mensaje, es mejor sonreír que dar me divierte, tratar de arreglar los problemas antes que dar me enoja o me entristece, dialogar juntos en lugar de comentar una publicación. Pero sobre todo, no permitas que tus hijos sean víctimas de esa realidad artificial;  pues el intercambio diario, el juego, cantar y conocer el mundo junto a sus padres es esencial para lograr una niñez sana y feliz. En ese justo balance, tal vez, la mamá de Carlitos advierta que el verdadero secreto de la felicidad está en compartir en familia y también, por qué no, le envíe fotos de su hijo sonriente a su antigua amiga del pre. (Liodany Arias Tamayo, estudiante de Periodismo).

/mdn/

Comente con nosotros en la página de Facebook y síganos en Twitter y Youtube 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí