Las Tunas.- Echar a andar lo que para todos era un cacharro, idear una pieza o adaptar otra, “gastar” horas pensando una solución, buscarle alternativas a las dificultades, poner empeño en el trabajo, sentir amor por la ciencia y la técnica…todo eso y más distingue el trabajo de los tres mil 387 integrantes de las Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ) en Las Tunas.
De esos desvelos diarios bien sabe Erduin Mustelier, presidente de esa organización en la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa), una institución donde lograr la informatización de la sociedad es un sueño más próximo con cada paso dado. Por eso los 18 brigadistas se crecen a diario.
«En este año hemos presentado varios trabajos que han ayudado al desarrollo de la tecnología en Las Tunas. Cuando fuimos a implementar la 3G en las cabeceras municipales corríamos el riesgo de afectar la cobertura 2G la cual es importante para algunos móviles que funcionan con ésta y para los teléfonos fijos alternativos (TFA). Para solucionar este problema realizamos una innovación que permitió dar cobertura 3G sin afectar la 2G, de manera que aumentamos la cobertura de datos y logramos la satisfacción de los clientes».
En Etecsa otras inventivas de los jóvenes eliminaron el peligro del corte de la electricidad en una radio base y, en consecuencia, la interrupción del servicio prestado por ésta. Además diseñaron cargadores para los teléfonos de minutos dispuestos en comunidades rurales y concibieron una aplicación para gestionar el trabajo de la red de planta exterior la cual constituye el soporte material de las info comunicaciones.
Realidades similares en trabajo y esfuerzo para revertir dificultades son palpables en la Empresa Eléctrica de Las Tunas, Kenia Rodríguez Pérez moviliza allí el quehacer de la vanguardia científico-técnica; quienes aportan a la recuperación de equipos, maquinarias y contribuyen a la garantía de un mejor servicio electroenergético.
«Participamos, este año, en la puesta en marcha del parque solar Manatí II, los jóvenes desarrollamos también actividades de formación vocacional con círculos de interés y la Jornada de Puertas Abiertas. Además realizamos el Fórum a nivel de empresa y diez trabajos clasificaron para el evento a nivel provincial».
En la XVI Exposición Nacional Forjadores del Futuro, que abre sus puertas este viernes en el Parque Metropolitano de La Habana para celebrar el cumpleaños 55 de las Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ) también está representada la inteligencia y creatividad de los jóvenes de Las Tunas. En esa fiesta de saberes y de ciencia se exponen siete trabajos de la provincia, uno de ellos corresponde al colectivo de la Empresa de Estructuras Metálicas (Metunas).
Daniel Pérez Guzmán, ingeniero en Telecomunicaciones y Electrónica, organiza en esa institución a los miembros de la BTJ, protagonistas del trabajo de esa industria fundada en el año 1981 y la cual será la primera del país en fabricar torres tubulares para el montaje de aerogeneradores necesarios para los parques eólicos, tras concluir la instalación del equipamiento requerido.
«Gracias a esa innovación rescatamos una multi punzonadora que es una máquina que realiza agujeros en metal, una de las herramientas de trabajo más importantes dentro de la industria, y la cual tenía ya un año paralizada debido a la rotura del teclado manual el cual gracias a la inventiva de los jóvenes logramos recuperar ».
En Metunas, como en las empresas Eléctrica y de Telecomunicaciones, son muchos los resultados fruto de la inteligencia y constancia de los miembros de las Brigadas Técnicas Juveniles. Tanto dar a golpe de empeño, tanto idear para solventar necesidades, demuestra que las BTJ de hoy emplean la ciencia y la técnica, como señaló Fidel, no para destruir, sino para crear.
«El trabajo que hemos venido realizando de conjunto creo que es muy importante porque cada día se nos hace más difícil la adquisición de piezas de repuesto para mantener el requipamiento el cual está muy deteriorado por los años de explotación. Entonces estas inventivas, aunque parezcan pequeñas, son de vital importancia porque permiten mantener las máquinas, de lo contrario se detendrían y paralizaríamos producciones vitales como las destinadas a la Zona Especial de Desarrollo Mariel», expresa Daniel Pérez, un muchacho que sorprende por la responsabilidad y locuacidad con que se expresa.
Tales virtudes parecen acompañar a cada uno de los jóvenes entrevistados, los cuales este 6 de diciembre reafirman que el desarrollo de Cuba tiene, también, sello y rostro joven.
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