Las Tunas.- Gigante de obra e ideas quien transmite aquello que sabe, quien se hace a sí mismo todos los días y enseña a otros a construirse y con ello también crece. Tal magisterio le asiste a muchos: al que escoge la profesión de ilustrar en letras, números y saberes, a quien domina y transforma el barro, a los que bailan, cantan, viven….y dejan algún legado.
Prodigiosa filosofía para quienes como el tunero Ángel Núñez Tamayo sienten dicha de transmitir a otros sus conocimientos. Difícil imaginar tal cúmulo de sabiduría, al primer contacto con en este hombre, sencillo y natural, forjado en el trabajo duro.
Durante 25 años, Ángel ha dominado los secretos de la madera para hacer salir de sus manos muebles y otras piezas. Pero lo que me sorprende en el diálogo con este trabajador de la carpintería «Libertad » es su entusiasmo cuando me habla de cómo ha adiestrado a varios jóvenes en su oficio.
«Y hoy por hoy son buenos carpinteros. A veces veo a algunos en la calle y me dicen: Ángel lo que tú me enseñaste me ha servido en esta vida. Y he visto sus trabajos con buena aceptación, ¿por qué? Porque aprendieron, les gustó el oficio, le dedicaron tiempo y llegaron a ser buenos carpinteros».
-¿Cómo se comienza a adiestrar a un joven que no conoce del oficio?
-Primero es necesario acercar al joven a uno, crear un clima de confianza, en el que puedan preguntar y poco a poco aprender. Luego, acercarlos a los equipos pero sin tocarlos, sólo enseñarles su funcionamiento; también le explicamos el riesgo de cada equipo. Después comienzan a andar con la cinta métrica, que un carpintero sin esta no es nadie. Acto seguido comienzan a trabajar con cada medio.
-Se trata, entonces, de un proceso paulatino y progresivo para entender cómo transformar la madera…
-Como bien usted decía: se le explica todo; pero antes de construir un mueble se enseña cómo seleccionar la madera, por ejemplo, cuál es la ideal para un balance. Se lleva a los equipos hasta llegar al lijado: sierra, plana, cepillo y sinfín para darle la vuelta, también al torno para enseñarle a los muchachos cómo hacer las piezas torneadas, hasta llegar al lijado y el terminado final con la aplicación del sellador, lijado, barniz y la conclusión de la pieza.
-Es un oficio que lleva mucha dedicación y practica…
-Sí ¡cómo no! y sobre todo que le guste al joven.
Escuche las declaraciones de Ángel
Además de carpintero, Ángel es tapicero y cristalero: «…soy operario en vidrio y aluminio ahí también adiestré a varios jóvenes que hoy trabajan en empresas o por cuenta propia. Es un trabajo diferente a la carpintería, riesgoso, de mucha exactitud ».
Interrogado por su aporte a la formación de otros carpinteros y por las satisfacciones emanadas de tantos años de trabajo, Ángel quien también representó a los trabajadores de Las Tunas en el pasado congreso de los obreros cubanos, responde, con cierta timidez, pero con absoluta certeza:
«Hoy por hoy con la edad que tengo y lo que he aprendido me siento de cierta forma orgulloso porque sé que muchos de los que he enseñando, hoy dominan un oficio como la tapicería de colchón, la cristalería y la carpintería. Siento orgullo porque esos que yo enseñé van a seguir enseñando a otros. Y eso es muy bonito: poder ayudar a los demás, que si tú dominas algo, que los demás aprendan de ti; no solo guardar para uno…por eso me siento feliz y contento».
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