En la despedida del amigo queda un adiós detenido, palabras que se congelan, ganas de ya haberlas dicho.
A través de la historia, personalidades han trascendido la eternidad por su influencia en la época que les tocó vivir, por la presencia de su ideario más allá de su desaparición física; el Comandante Hugo Chávez Frías fue presidente de la República Bolivariana de Venezuela 14 años, falleció el 5 de marzo de 2013 y todavía vive en cada seña de su ideología.
Sus ideas socialistas e integracionistas, heredadas del pensamiento de Simón Bolívar y Francisco de Miranda, lo convirtieron en el líder indiscutible de la Revolución Bolivariana, y a propósito de su desaparición física se celebra el Día de la Dignidad Latinoamericana y Caribeña que tanto defendió el fiel continuador del Libertador.
Luego de que Chávez asumió su primera magistratura, convocó a una Asamblea Constituyente para redactar una nueva carta magna acorde con los nuevos tiempos venezolanos, tiempos de cambio, que arroparon al desprotegido, al obrero, a los sectores desfavorecidos de Venezuela.
Toda la ternura de este amigo desparramada en la brisa, de un pueblo que había dormido, de una América hecha trizas.
Fue el impulsor de una sociedad democrática, participativa, protagónica, multiétnica y pluricultural, enmarcada en un Estado descentralizado y de justicia federal que asegura el derecho a la vida, al trabajo, la cultura, la educación, la justicia social y la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna, en estrecha alianza cívico militar para defender su soberanía.
En los años siguientes Chávez fomentó, junto con el máximo líder de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz, la creación de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), posteriormente la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) e impulsó los proyectos integracionistas de América del Sur con la UNASUR y MERCOSUR.
Aunque el vínculo entre Chávez con Cuba se inició desde antes que fuera electo presidente. Su primera visita fue en diciembre de 1994 cuando, acababa de salir de prisión y, en un gesto de valentía, aceptó la invitación que le cursara el Historiador de La Habana, Eusebio Leal Spengler, y vino cargado de sueños y convicciones, con el ansia de comenzar a construir una indestructible amistad.
Desde que puso sus pies en la losa del aeropuerto internacional José Martí, donde lo esperaba el Comandante en Jefe Fidel Castro, expresó: “Yo no merezco este honor, aspiro a merecerlo algún día en los meses y en los años por venir”.
Durante todo su mandato presidencial, las relaciones entre Venezuela y Cuba fueron una prioridad, y se fortalecieron mediante la firma de varios acuerdos y convenios que ayudaron a establecer un puente bilateral entre las dos naciones.
El mejor amigo de Cuba falleció a los 58 años el 5 de marzo de 2013 en el Hospital Militar de Venezuela debido al cáncer que le venía afectando desde 2011. El anuncio de su muerte por el entonces vicepresidente Nicolás Maduro Moros fue recibido por el pueblo venezolano, latinoamericano y caribeño con gran conmoción y muchos fueron los mensajes de condolencia desde todas las partes del mundo.
El legado de Chávez perdura en la hermandad entre los pueblos cubano y venezolano, en el ideal bolivariano e integracionista en la Patria Grande y en las causas justas de la humanidad.
Seguiremos el camino del amigo junto al alba, no hay adiós definitivo ni finales de cenizas.
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