Por: Yoel Romero González
Las Tunas.- La distancia de mil 200 metros pudiera parecer insignificante para algunos si de recorrerla caminando o corriendo se tratase, en cambio si hablamos de más de un kilómetro de altura se convierte en un trayecto a considerar, más si es una mujer la protagonista de ello.
Ana María Pérez Rodríguez, trabajadora de la Jefatura Provincial del Ministerio del Interior en esta provincia nos comparte sus experiencias en el mundo del paracaidismo.
“Tengo dos saltos en paracaídas, el primero con línea estática y el otro asistido. Practicar paracaidismo a pesar de los riesgos asociados es una experiencia única, increíble, gratificante y transformadora”.
“Aprender a saltar en paracaídas implica adquirir una variedad de habilidades técnicas, que no solo son emocionantes de dominar, sino que también un sentido de logro y competencia, además, estos conocimientos pueden ser aplicados en otras áreas de la vida fomentando la disciplina y la concentración”.
“Las razones que me motivaron para practicar este deporte fueron la superación personal, pues se desafían los límites físicos y mentales, enfrentarse al miedo de saltar a gran altura y salir de la zona de confort es una experiencia de crecimiento personal. Cada salto representa una oportunidad para aumentar la confianza en sí mismo”.
“La perspectiva única del mundo, la vista y la sensación de libertad son asombrosas. El paracaidismo te permite apreciar el paisaje desde una vista completamente diferente. La experiencia de ver la tierra desde el cielo ofrece una sensación de conexión con el mundo y la naturaleza”.
“Todas estas razones marcan las riquezas de experiencias que el paracaidismo puede ofrecer atrayendo aquellos que buscan aventuras, crecimiento personal y conexión con otros”.
Anita, como la llaman sus colegas del Club de Paracaidismo local al cual pertenece, es una de las pocas mujeres que se inclinan por la práctica de este deporte de alto riesgo en la provincia y participará en el concentrado para mujeres paracaidistas que tendrá por sede la central provincia de Cienfuegos el venidero mes de marzo.
A la Perla del Sur asistirá con el objetivo de profundizar en los conocimientos y adquirir experiencias novedosas que la conviertan en una mejor paracaidista.
Anita no teme al peligro que entraña un salto al vacío; como una de las verdaderas Marianas de los tiempos actuales consolida la idea de que la mujer cubana no conoce de imposibles y que está diseñada para asumir los más disímiles retos por muy complicados que parezcan.
Muchos saltos más le esperan, en cada uno de ellos el cielo le abrirá los brazos como muestra de reconocimiento a su valentía y amor a este arriesgado deporte y le deseará un buen manejo del equipo y una excelente maniobra en el aire y el aterrizaje.
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