Eres el pretexto más sabio del mundo, necesidad y certeza. Brotas en el instante insospechado en el que dos vidas cruzan sus rumbos y sabes provocar la química que abraza sus cuerpos y funde sus almas.
Vives en la palabra precisa, el gesto y la mirada que seduce, en la mano que sostiene y el hombro que abriga, en la alegría que despierta cada primavera.
Eres motivo y tiempo, pasión y ternura, lealtad y misterio. Eres esencia, eres universo.
Y en esa magia que solo dos seres descubren entre sí, haces el milagro de la continuidad de la vida.
Ellos lo sienten, como el cantar bíblico: Si él me besara con besos de su boca/ porque tu amor es mejor que el vino. / Delicioso es tu suave aroma, tu nombre es un perfume. / Por eso te aman las doncellas. /Llévame contigo. ¡Corramos!
Canto de amor que a ella le abraza los días, al estilo de La Loynaz de Cuba:
() Amor es ponerse de almohada/ para el cansancio de cada día; es ponerse de sol vivo/ en el ansia de la semilla ciega/ que perdió el rumbo de la luz, / aprisionada por su tierra, /vencida por su misma tierra// Amor es amar desde la raíz negra. Amor es perdonar; / y lo que es más que perdonar, / es comprender Amor es apretarse a la cruz, / y clavarse a la cruz, y morir y resucitar/ ¡Amor es resucitar!
Yilian Machado Garcet hace ocho años se encontró con el amor de veras y desde entonces su historia vence cualquier parecido a las viejas liturgias.
Escuche el audio aquí.
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