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Milagros Yero Calderón: un quehacer con tu propio corazón

Las Tunas.- Mencionar el nombre de Milagros Yero Calderón en la calle número seis del Reparto Eléctrico, en la entrada del municipio de Amancio, es ahondar en la trayectoria de una tunera consagrada a la Salud Pública, desde su profesión como Licenciada en Enfermería y ahora en cargo de dirección al frente del Banco de Sangre en ese territorio.

«Esto no es una tarea fácil, concientizar a las personas principalmente a los donantes para que sigan en el Programa Sangre porque salvan vidas, es un quehacer que nos identifica por la trascendencia en cualquier servicio asistencial y los aportes a la industria a partir de varios componentes», detalla Yero Calderón.

«Los actuales donantes para mi colectivo constituyen héroes anónimos, gracias a ellos logramos que el Banco de Sangre del municipio de Amancio, cumpliera esta tarea, no al máximo pero si nos acercamos a lo planificado.

«Mi grupo de trabajadores es pequeño pero se distingue por sentir amor al trabajo que realizan a diario, allí laboran una inmunóloga, una en el área de extracción y otra en producción, todas desempeñamos esta responsabilidad, y aunque soy la máxima representante apoyo en los diferentes lugares», acotó esta tunera que defiende los intereses de sus compañeros y los donantes.

«De forma rotativa nos turnamos en los móviles para la extracción, se sale tempranito en la mañana en busca del vital líquido, una responsabilidad que las identifica en cualquier espacio», refiere Milagros, quien llegó a esta nueva responsabilidad por el anterior director general de salud en el municipio el doctor Ariel Guevara Bringa, pues desde sus inicios se vincula a la Terapia Intensiva, del policlínico con servicios de hospitalización Luis Aldana Palomino.

«Durante un largo período atendí la labor sindical en Amancio y a raíz de los resultados me asignaron en esta responsabilidad frente al Banco de Sangre, que al final como bien se dice, no depende de un colectivo sino de un gesto que conscientemente desarrollan personas altruistas, humanas y solidarias», significó.

«Es verdad que es difícil pero hay que saber llegar al corazón de cada donante mediante el propio personal sanitario en las áreas de salud a nivel de los consultorios, porque pueden integrar nuevos donantes pues cada año se retiran por edad o enfermedad.

«Creo que el principal reto es para la administración, podemos ayudar desde la intersectorialidad, en el territorio lo hemos logrado, no como quisiéramos, pero nos acercamos bastante al total de las donaciones en el año», comenta Milagros mientras detalla la experiencia que le permitió sobresalir en el Programa Sangre a nivel provincial con la ayuda de la comunidad.

Para esta sencilla mujer los trabajadores de un Banco de Sangre deben ser solidarios y humanistas, principalmente con los donantes, así sus compañeras viabilizan la atención de ellos en diferentes especialidades cuando necesitan de la ayuda en el propio sector.

Al concluir sus jornada de ocho horas esta incansable tunera se despoja de su labor para asumir otra que la enorgullece, viste uniforme blanco y una cofia, símbolo de Florence Nightingale, paradigma mundial de la especialidad que a nivel global está representada por 28 millones de profesionales.

«La enfermería me motiva inimaginablemente pues cada semana hago una guardia en la Terapia Intensiva de mi municipio, donde surgió ese deber que me transforma a pesar de cualquier carga laboral, me gusta ofrecer mis mejores fuerzas a quienes permanecen en ese servicio.

«El personal de enfermería en la Terapia Intensiva realiza un quehacer muy humano con los pacientes que necesitan de tranquilidad, de que se les ayude, de realizarles el baño y la alimentación en cama, me siento bien al ayudar a quien permanence allí, que logramos salvar y que están hoy vivos caminando por las calles de Amancio».

Su profesión lo representa todo, sin saber de los que se graduaría un día, Milagros acostumbrada a jugar en su infancia a ser enfermera, una profesión de sublime acto por la sensibilidad, muy parecido al Programa Sangre, un quehacer con tu propio corazón.

/lrc/

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