Las Tunas.- Fidel Castro Ruz, el humilde revolucionario que nunca renunció a sus ideales, convirtió la nación cubana en ejemplo mundial por los avances sociales, la medicina, la educación, el deporte y la ciencia. En el aniversario VIII de su partida física, el pueblo de Las Tunas revive su impronta.
El destacado investigador puertopadrense, MSc. Abel Sastre dijo a Tiempo 21 que el Líder de la Revolución cubana visitó la provincia en varios momentos del proceso revolucionario como la Zafra de los Diez millones y la inauguración de algunas de las obras más importantes del territorio como el Hospital General Docente Ernesto Guevara y el Laminador T-200.
«La primera de ellas fue la terminal de azúcar a granel de Puerto Carupano, en Puerto Padre. El veinte de enero de 1978 recorrió la instalación, la sala de control, en la tolva receptora vació el último de los sacos cargados a mano por los obreros del puerto y pronunció el discurso central del acto» recordó.
La Vicepresidenta provincial de la Unión de Historiadores de Cuba, MSc. Margarita García contó sus vivencias del encuentro con el Comandante en Jefe durante la inauguración de la Plaza de la Revolución Vicente García en 1997, como inversionista y primera directora de la institución, en la sería su última visita al territorio.
«Realmente fue imponente verlo y bueno me dio gusto recibirlo. Luego tuve un contacto más cercano con Fidel cuando firmó el libro de visitantes. Se paró a mi lado y me dijo -tiene una bella plaza en una ciudad con una rica historia. Yo le debo la visita. Yo tengo que regresar-. Pero esa visita no se cumplió de nuevo».
Asimismo, el combatiente de la Revolución cubana, Amado Batista compartió sus vivencias como parte del cuerpo de seguridad que en varias ocasiones protegió la vida de Fidel durante sus visitas a tierras tuneras y provincias vecinas.
«En Las Tunas se escogió un grupo de combatientes para la protección no solo al comandante sino a los miembros del buró político en general. Muchos no imaginan cuánto incidió eso en que nuestro comandante en jefe nunca fuera vulnerable a la cantidad enorme de atentados personales que se montaron para destruir su vida. Gracias a eso no pudieron derrotarlo y eso es un honor inmenso. Frente con frente al podio donde habló en la inauguración del laminador, ahí estaba yo».
Quedó pendiente la promesa de Fidel Castro de regresar a Las Tunas, pero su presencia sigue viva en cada obra de la Revolución que impulsó o visitó, en cada tunero que lo conoció y su legado se trasmite a las nuevas generaciones comprometidas con llevar adelante el proyecto social al que dedicó su vida.
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