Las Tunas.- Desde hace alrededor de tres lustros la unidad presupuestada Centro Provincial de Electromedicina en Las Tunas lleva la huella del especialista principal de Ingeniería Clínica, Gerardo Ernesto Gutiérrez Martínez, un joven que mantiene como su mayor compromiso la atención al equipamiento de Electrónica Médica, Rehabilitación, Nefrología, Soporte de Vida e Imagenología.
Sus constantes aportes para que estos servicios mantengan la vitalidad en la calidad asistencial al pueblo constituye un desafío y a la vez un incentivo para crecer profesionalmente en su actividad como un constante innovador.
«Uno experimenta ese sentimiento e importancia que logra el desarrollo de la electromedicina en la provincia y el país desde que inicias la vida laboral. Cada tutor que me formó me inculcó la premisa de hacer siempre lo mejor y cuando crea que ya está haciéndolo tratar de superarlo un poquito más para lograr la eficiencia en los servicios».
Así comenta sobre sus primeros años de experiencia profesional en un colectivo que le permite desarrollar cada idea renovadora de sus conocimientos desde que se graduó, ceñido a la impronta de sus tutores.
«He tratado de dar lo mejor porque quienes me formaron legaron la labor, el desempeño y además de la trascendencia del trabajo que se hace aquí, un empeño colectivo porque es importante que se reconozca el trabajo de la actividad de Electromedicina y más la que se hace en el sector de la salud vinculado con la calidad de los servicios asistenciales.
«Los innovadores casi todos una vez que entramos al Centro nos motivamos por el de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR)», comenta este profesional que hace 11 calendarios preside la actividad de la ANIR en su institución.
«Todo lo que se hace los atrae y cuando se dan cuenta ya forman parte de ese gran colectivo que los vincula estrechamente con cada una de las áreas porque vivencian la ejecución de las tareas, la motivación por lograr un mejor trabajo y el impacto de cada solución, representado en el esfuerzo de cada uno y convertido en logro de todos.
«Este mundo permite materializar tu intelecto y conocimientos, que se transforman con la innovación, la ciencia y la investigación. Los jóvenes que se gradúan salen de la universidad y ponen a la disposición sus trabajos científicos, tesis y proyectos de maestrías, y constatan su verdadero desarrollo aquí.
«Las limitaciones económicas, financieras y de recursos para sostener el funcionamiento de los equipos médicos nos impone la superación constante, hay ocasiones que enfrentas problemas complejos por la tecnología y la antigüedad de su fabricación, pero siempre encontramos la solución para que cada aditamento alargue su vida útil», asevera Gerardo Ernesto.
Este tunero para quien el Centro de Electromedicina es su segunda casa porque allí habita su corazón y vida como innovador se considera una persona ambiciosa, «cuando creo que estoy acabando un trabajo, aparece un nuevo reto y un camino para iniciar, trato de mantenerme inspirado en algo que me lleve a buscar otro reto desde la electromedicina y ello se transforma en una nueva solución.
«Desde hace un período he tenido que prepararme mucho más para aprender todo lo que se relaciona con el sistema de tratamiento de agua, ante problemas que se generan en instituciones como el Hospital General Doctor Ernesto Guevara, el de mayor atención a pacientes que reciben el servicio de Hemodiálisis, que de detenerse su planta significa el movimiento de enfermos a municipios como Amancio y Puerto Padre, incluso fuera de provincia.
«Darle solución a un equipo de tan vital importancia te lleva a un reto que al superarlo y lograrlo te da una satisfacción que realmente llena a uno como electromédico», confiesa con total orgullo este joven que recientemente resultó electo delegado directo del sector de la Salud Pública, el quinto a nivel de país, al XXII Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba.
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