Las Tunas.- Producir alimentos sanos en pequeñas áreas es una práctica que se incrementa en todo el mundo y, paulatinamente, la provincia de Las Tunas se incorpora a esa tendencia, en buena medida gracias al Movimiento Agroecológico De campesino a campesino.
Ese programa, creado por la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños desde hace 27 años, ha transformado los modos de gestión de varios centenares de fincas tuneras, empeñadas en usar productos biológicos para la nutrición y el manejo integrado de plagas y enfermedades.
Impulsa, además, la protección del suelo como el recurso más valioso del sistema agropecuario, el ahorro del agua, la aplicación de tecnología amigable con el medio ambiente, el uso de la tracción animal y el aprovechamiento de las fuentes renovables de energía.
Entre las alternativas que se consolidan en el territorio para producir alimentos sin productos químicos están la obtención de humus de lombriz sólido y lixiviado, aplicación de materia orgánica y la siembra de cultivos de cobertura que elevan la fertilidad natural del terreno.
En los ocho municipios tuneros, la agroecología también contempla la diversificación y rotación de las plantaciones, producción y conservación de semillas, empleo de insectos benéficos, el policultivo, las cercas vivas y la labranza mínima, entre otras opciones.
A esas prácticas, las fincas que tienen u optan por la condición de agroecológicas, suman los requisitos de la vinculación con centros científicos, la participación de toda la familia y especialmente el cumplimiento de los planes productivos en la agricultura y la ganadería.
Las aspiraciones de producir alimentos sanos, nutritivos, asequibles y suficientes para todos combinan la ciencia y los saberes del campesinado y en Las Tunas son parte de la soberanía alimentaria que impulsa el gobierno cubano, a partir del fortalecimiento de los sistemas agropecuarios locales.
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