Las Tunas.- En las montañas de la Sierra Maestra, el 4 septiembre de 1958, un grupo de 13 muchachas, que se había incorporado en diversos momentos a la guerrilla, decidió tomar las armas para luchar por la independencia de Cuba.
Fundado por el Comandante en Jefe, Fidel Castro, quien les dio su total apoyo, el pelotón Mariana Grajales nació como un símbolo de la determinación y el coraje de las mujeres cubanas.
Con Celia Sánchez Manduley como una de sus inspiradoras líderes, estas guerrilleras demostraron que su lugar no estaba solo en la retaguardia, como mensajeras, enfermeras o cocineras, sino que tenían el valor suficiente para estar en la primera línea de combate.
Delsa Esther Puebla Viltre, conocida como Teté, se destacó como una de las marianas más valientes, llevando consigo la bandera de la igualdad y la justicia.
Estas valientes combatientes no solo desafiaron al enemigo, sino también los prejuicios machistas y discriminatorios de su época. En cada caminata, en cada combate, nunca desmerecieron la confianza depositada en ellas.
Al triunfo revolucionario, su legado se convirtió en una llama que ha inspirado a generaciones de cubanas en la lucha por la igualdad y la justicia, y su espíritu vive en cada mujer que se levanta para defender sus derechos y su dignidad.
El pelotón Mariana Grajales deviene un capítulo heroico en la historia de Cuba, y recordatorio de que ellas son las protagonistas de su propia Revolución.
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