¿Cómo resolverán la alimentación los habitantes de la provincia de Las Tunas si el sistema de la agricultura en este territorio incumple con todas sus producciones?
Esta es una buena pregunta, sobre la que reflexionaremos en nuestro programa de hoy.
El evidente retroceso que muestra el sistema de la agricultura en su gestión ya resulta preocupante. Los incumplimientos del pasado 2023 fueron la señal de alerta pero lo que ha pasado en los primeros seis meses del actual 2024 no tiene nombre.
En esta etapa todos los indicadores agropecuarios se incumplen, al extremo de que ni siquiera las producciones del encargo social se honran, y estas son para las escuelas, hospitales, círculos infantiles y otros centros y sectores priorizados, para no hablar de las notables insuficiencias en la entrega de carne, leche, los cultivos rústicos, entiéndase la yuca, el boniato, la malanga y el plátano, que son como las viandas básicas para la alimentación del pueblo.
Pero lo que más llama la atención y preocupa, por lo menos a mí, es que no se vislumbra una acción coherente para revertir la situación, y ejemplifico en este sentido.
Hace solo unas horas se desarrolló una plenaria de balance del primer semestre con las principales autoridades de la provincia, en que debía haber un análisis de lo que se va a hacer por parte de los directivos de la agricultura y algunos jefes de formas productivas, quienes debían profundizar en las acciones conjuntas para resolver los problemas que corroen al sector, y de lo cual depende la alimentación del pueblo, pero nada, todo se quedó en el reconocimiento de los problemas, que es como una tendencia, pero sin que se resuelvan.
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