Las Tunas.- La madrugada de este 31 de julio, el sector cultural en la provincia de Las Tunas, sufrió la pérdida del gran músico y ser humano Delfín Ramos Brido.
Hace unos años cuando a Síncopa, la agrupación que dirigió por mucho tiempo, le entregaron la condición de unidad artística patrimonial, Ramos Brido dijo en una entrevista a Periódico 26: «las raíces de nuestra cultura nacional no deben olvidarse, hay que cuidar nuestra música, atenderla y defenderla, así los frutos se parecerán más a nosotros».
Luego de varios calendarios luchando contra un padecimiento pulmonar, el gremio cultural hoy se encuentra conmocionado por su desaparición física, especialmente los representantes de la manifestación de la música.
El autor e intelectual tunero que fuera por varias décadas presidente de la Unión de Escritores y Artistas (Uneac) en la provincia, Carlos Tamayo Rodríguez, dialogó con Tiempo21 sobre el gran amigo.
«Delfín no nació en nuestra provincia, sino en la oriental Santiago de Cuba, viene para Las Tunas y comienza a trabajar aquí como profesor en el Instituto Superior Pedagógico, ahí crean un grupo de trova que tuvo mucho éxito y posteriormente Delfín va desarrollando una carrera como cantautor, logra ser fundador del movimiento aquí. Luego ya él, como director de su grupo, comienza a tocar otros temas de la música cubana, que fue su pasión.
«Posteriormente ellos se van profesionalizando y dejan de ser profesores del instituto, pasando a desarrollar su labor como profesionales en el Centro de la Música y los espectáculos Barbarito Diez. Delfín fue una persona muy activa, participó en los festivales del creador musical, y tiene un currículo muy rico en ese sentido, con muchos resultados», refirió Tamayo Rodríguez.
Además con gran cariño lo evoca en su condición humana: «era una persona decente, una gente muy respetuosa, yo no recuerdo a Delfín hablando en voz alta, con una ética y una humildad destacables, muy querido por sus compañeros, por su familia; tuve la oportunidad de estar más de una vez en su casa después del período de la COVID, y pude ver que era muy cuidado y querido por su esposa e hijos, músicos también.
«De manera que Delfín es esa persona de la que uno siempre va a tener un grato recuerdo como miembro de la Uneac, como profesional, como amigo, como padre; y lamentablemente, físicamente ya no estará más aquí, pero sí nos deja sus canciones, los videos, las grabaciones. Ahora la filial de músicos de la Uneac debe hacer lo que le corresponde, un homenaje, y que no pase como con otras personas que cuando el tiempo transcurre pasan al olvido, que es la otra manera de morirse otra vez, la muerte física y la muerte del olvido. Yo lamento mucho su partida», confesó.
Tamayo Rodríguez compartió asimismo, que no se puede escribir sobre el movimiento de la nueva trova en la provincia de Las Tunas sin mencionar el impacto de Delfín Ramos Brido. Llegue a sus familiares y amigos nuestras más sentidas condolencias.
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