Las Tunas.- Maritza Ingram Calderón proviene de una familia paradigma del municipio de Jesús Ménedez. De su padre aprendió el amor por su localidad, que le aporta a su desarrollo profesional y la reconoce como miembro de honor de la Sociedad Cubana de Salud Pública en el 2024.
Aunque es Licenciada en Educación, de la especialidad de Biología, la promoción de Salud la enamora y desde hace más de dos décadas se dedica a la investigación con un amplio aval en acciones de postgrado en Epidemiología Básica, Desarrollo Rural y Modelo de Atención Integral a la violencia contra la mujer.
«La promoción de Salud significa cumplir con los pilares estratégicos, una buena gobernanza, ciudades y comunidades saludables, y conocimientos, tanto en lo individual como en lo comunitario, que permitan a la sociedad vivir con estilo y calidad.
«Mi quehacer investigativo siempre ha tenido la visión de mejorar la calidad de vida desde el nivel local, «Jesús Menéndez», un territorio que desde 1994 forma parte de la red de municipios y comunidades saludables, como primer complejo agroindustrial que se declaró en ese movimiento por el Ministerio de Salud Pública y la Organización Panamericana de la Salud.
«Así empecé, junto a un colectivo de investigadores, en el año 2000 con la estrategia de desarrollo local desde la perspectiva de Salud y desde esa época analizamos el impacto de cada uno de esos principios; lo que en el 2011 facilitó el diseño de un proyecto con el Fondo Nacional de Medio Ambiente sobre Gestión Participativa Comunitaria en la Atención Primaria Ambiental», agregó esta mujer sencilla, cuya ética y valores la denotan por su talento a favor de su pueblo.
Ingram se desempeña como especialista en Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades y atiende la Comunicación Institucional en la Dirección General de Salud del municipio de Jesús Menéndez.
Esa labor le retribuye la oportunidad del intercambio y la socialización de diferentes saberes en Simposios de Salud, Soberanía Alimentaria, Desarrollo Local y Salud Sexual Reproductiva, un conocimiento validado sobre la experiencia de un equipo de investigación que busca aprender junto a ella para emprender transformaciones.
«A partir de lo vivido durante la covid-19 presentamos las experiencias en un concurso convocado por Organización Panamericano de la Salud (OPS) sobre la materialización de las orientaciones para la aplicación de las medidas sanitarias no farmacológicas en grupos de población vulnerables; y la gestión participativa comunitaria figuró entre las seleccionadas en la región».
«Ese quehacer sistematizado facilitó los resultados de las innovaciones que en Jesús Menéndez, de manera intersectorial, promueven el sector sanitario y el Gobierno.
«Las enseñanzas lograron visualizarse en otro certamen, el proyecto Quisicuaba en La Habana, a partir de la mesa de diálogo con enfoque integral del desarrollo local en el norteño territorio y que tuve como oportunidad de compartirlo en la segunda Reunión Nacional de la Sociedad Cubana de Salud Pública».
Ahora Maritza tiene otros desafíos «me queda por presentar mi resultado Doctoral, porque ya tengo validado por la OPS mi investigación. No obstante, si no lo consigo no es una preocupación porque creo que el grupo, del cual formo parte, ha podido socializar todo lo que se puede hacer desde el nivel local.
«Hoy debo agradecer a muchas personas; mi único hijo, en estos últimos años, se ha convertido en una estrella para que pueda continuar esta faena. También he recibido apoyo incondicional de mi nuera, mis sobrinos y mis hermanas; todos están en mi corazón y, por supuesto, agradezco a mi pueblo y a la comunidad.
La también máster en Ciencias de la Educación destaca por su nexo a favor del bienestar de las personas, una labor incansable que le merece varios méritos; entre ellos facilitadora latinoamericana en intervenciones sociales y formulación de proyectos con enfoque de género y juventudes.
/mga/
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