Las Tunas.- En medio de un panorama complejo por la carencia de la mayoría de los recursos materiales imprescindibles para producir alimentos, el cultivo de yuca pudiera aliviarlo pues el renglón se adapta perfectamente a las condiciones edafoclimáticas de la provincia de Las Tunas.
Para cumplir el balance de áreas, o sea, unas 13.42 hectáreas por cada mil habitantes, el plan del territorio asciende a siete mil 194 hectáreas. Sin embargo, faltan más de dos mil 500 para cumplir los planes, por déficit en todos los municipios, excepto Colombia.
Durante la actual campaña de siembra de primavera se pretenden plantar cuatro mil 886 hectáreas del tubérculo, lo que puede ser posible debido a la humedad de los suelos reportada actualmente y la probabilidad de más precipitaciones en la etapa.
Una parte importante de las plantaciones de yuca que se requieren para cumplir el balance corresponde a los polos productivos que se multiplican por toda la provincia, con énfasis en Melanio Ortiz, de Jobabo y Lote 107, del municipio de Amancio.
La delegación del Ministerio de la Agricultura en el territorio tunero diseñó una estrategia que comienza con la siembra escalonada, lo que permite garantizar ese producto durante todo el año y destinar los sistemas de riego existentes a otros renglones.
Igualmente, se seleccionaron productores de avanzada en toda la provincia y se introdujeron variedades con buenos rendimientos, más resistencia a las plagas o enfermedades y mejor adaptabilidad a los suelos locales y a la sequía que caracteriza al territorio casi todo el año.
Según varios especialistas en la actividad agropecuaria, Las Tunas podría convertirse en líder de ese renglón en todo el país, pues, además de su valor como vianda y alimento animal, constituye una excelente materia prima para la elaboración de casabe y harina de yuca.
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