Las Tunas.- Ante la presencia del virus Oropouche en Cuba, el territorio mantiene la vigilancia epidemiológica y el manejo ambulatorio y clínico de los casos febriles inespecíficos, pues no hay evidencia que confirme su circulación, afirmó el doctor Aldo Cortés González, subdirector de Epidemiología en la provincia de Las Tunas.
En conferencia de prensa el directivo del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología especificó que persiste la alerta; anteriormente se estudió un porciento de pobladores en la localidad de San José, del municipio de Colombia, con síntomas del virus, el cual tiene un comportamiento explosivo y superior al dengue.
Significó que «lo primero es controlar para que no existan enfermos ni la proliferación del virus; se lucha contra un mosquito del género Culex, el más frecuente dentro y fuera de la casa, en aguas limpias y sucias. Por ello la importancia del saneamiento medioambiental y la vigilancia.
«Ante el control epidemiológico y el deterioro del medio ambiente urge la participación responsable del pueblo, teniendo en cuenta el incremento del volumen y la composición de los residuos que se generan en las comunidades, lugares públicos e instituciones», apuntó el galeno.
Cortés González subrayó que «otro elemento que atenta es el incumplimiento del autofocal familiar y laboral para eliminar los criaderos potenciales del mosquito; acción que convoca al apoyo social con el fin de preservar y garantizar la salud de los tuneros porque el personal de Vectores no puede enfrentar este desafío solo».
También preocupa -manifestó- que las miradas están enfocadas en el Oropouche, cuyas complicaciones (la encefalitis y la meningitis) aparecen en la segunda o tercera semana, mientras se ignoran los signos del dengue. Por eso, insistió, se debe cumplir con el ingreso domiciliario, excepto embarazadas, niños menores de dos años, adultos mayores y pacientes cardiópatas, diabéticos o con cáncer, que van a una institución hospitalaria.
Precisó que «la vigilancia corresponde al médico y la enfermera del consultorio y a la población para detectar oportunamente, estudiar, vigilar y evitar contagios, además de cumplir con las medidas profilácticas de usar repelente, camisa manga larga y pantalones largos, no permanecer expuestos en el atardecer y el amanecer, evitar las zonas oscuras, el uso del mosquitero o la malla milimetrada».
En otro orden enfatizó que el dengue mantiene un comportamiento inferior al de años anteriores y no está declarada su transmisión, «en la última semana de junio se reportaron mil 895 pacientes con síndromes febriles contra 397 en el quinto ciclo, porque hay una búsqueda mayor mediante las pesquisas».
Al respecto ratificó «las autoridades sanitarias se mantienen alerta ante la disminución de la cantidad de IGM positiva al dengue, reflejado en el alrededor del 60 por ciento de las pruebas dan negativas, en tanto se estudia el virus de Oropouche hay que estar atentos, pues siempre que hay fiebre puede ser la confirmación también de enfermedades respiratorias, una transgresión alimentaria o la leptospirosis.
Al concluir el intercambio puntualizó que ante el Oropouche se tiene en cuenta los criterios de casos sospechosos y confirmados que provengan de un estrato presuntivo de circulación del virus como otras provincias que tienen declarada su presencia.
DEL OROPOUCHE…
El virus fue aislado por primera vez en Trinidad y Tobago, en una zona conocida como Oropouche, de la que toma su nombre en 1955. En los últimos 70 años se han detectado brotes epidémicos en varios países del Centro y el Sur de América, principalmente en la región amazónica de Brasil, Perú, Bolivia, Ecuador.
Su fiebre se confunde con la del dengue, el zika, la fiebre amarilla y otras enfermedades virales frecuentes en la región, y actualmente muestra un alza. Según una alerta epidemiológica de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en lo que va de año se han notificado más de cinco mil casos en países como Bolivia, Brasil, Colombia y Perú, entre otros
El Oropouche se transmite a través del mosquito del género Culex, y se caracteriza por fiebres, toma de estado general, cefalea particularmente retroorbital (detrás de los ojos), dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos y fotofobia.
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