Las Tunas.-En la sabiduría popular existe una frase que dice que, cuando el carro falle, revise la pieza que está entre el timón y el asiento del chofer. Si algo hace que se ralenticen o impulsen nuestros trabajos y resultados, no quepan dudas que el porciento más alto de responsabilidad lo asumimos los que estamos al timón.
Dirigir en Cuba, desde la posición revolucionaria, nunca, en ningún tiempo ha sido tarea fácil. Lo que traemos de herencia y “genética nacional” hace que el que dirija tenga que hacerlo con una imprescindible condición: ser ejemplo.
Encabezar al pueblo cubano exige la disposición a los más altos sacrificios, al compromiso indoblegable y a una férrea voluntad de vencer todas las adversidades, sin perder la fe en el ser humano ni en los nobles propósitos de darles a estos, justicia social, dignidad y prosperidad.
Los principales líderes de la Revolución cubana, sin excepción, han muerto todos combatiendo o trabajando y defendiendo hasta el último aliento a la Revolución (el proceso), al Socialismo (el sistema político-económico-social), a la Nación (tierra, historia y cultura) y al Pueblo (el protagonista): Céspedes, Mariana, Agramonte, Maceo, Martí, Gómez, Calixto García, Vicente García, Mella, Villena, Guiteras, Jesús Menéndez, Lázaro Peña, Abel Santamaría, Frank País, Camilo, Che, Almeida, Haydée, Melba, Celia, Vilma… Fidel, por solo mencionar a los más emblemáticos, a los que se erigen como símbolos y paradigmas de nuestro pueblo.
Raúl, con el “pie en el estribo”, y los veteranos e históricos combatientes, se encuentra listo para la carga al machete, junto al pueblo, contra el enemigo y nuestros propios errores. Por su parte Díaz-Canel, con su combativo equipo de trabajo del Partido, el Estado y el Gobierno, marcan la continuidad revolucionaria con similar modo.
Sin embargo, no todos los que dirigen lo hacen de esas maneras. Hace más daño al proyecto político y económico-social cubano un dirigente incapaz, mediocre, sin ejemplaridad y con alguna autoridad formal, que un ejército de contrarrevolucionarios y vendepatrias.
El pueblo quiere el sistema socialista cubano. Cree en él como su más eficaz alternativa para conservar la independencia y la soberanía de la Patria, para asegurar la mayor suma posible de dignidad y justicia social para todos, pero se resiente cuando algún compatriota con responsabilidad estatal, gubernamental o partidista, se desvincula de él y de sus intereses populares. Lo percibe como su contrario de clase, cuando les observa o intuye que están aferrados a cargos para conservar privilegios que nadie les dio, que se buscaron en un torcido camino, que ha llevado a no pocos, a lo largo de la historia revolucionaria, a corromperse o traicionar.
Martí afirmó que “la masa inculta es perezosa, y tímida en las cosas de la inteligencia, y quiere que la gobiernen bien; pero si el gobierno le lastima, se lo sacude y gobierna ella”.
Para gobernar bien hay que apelar a la inteligencia colectiva. “Ninguno de nosotros sabe tanto (y puede tanto) como todos nosotros juntos”. Ejemplo de ello fue la iniciativa desarrollada en nuestra provincia a principios de este año y he lamentado, después de sugerirlo, que no se mantuviera como efectivo método de trabajo.
A partir de la adopción de las medidas aprobadas en la ANPP, al concluir el año 2023, y como parte de los análisis realizados durante los años precedentes, derivados del cumplimiento de los compromisos contraídos por el sistema empresarial y presupuestado a nivel territorial, se adoptó la decisión por el PCC en el territorio tunero, de adecuar los sistemas de trabajo para la atención diferenciada a la economía para mejorar los resultados obtenidos en etapas anteriores.
En consonancia con lo anterior, se estableció una reunión de trabajo mensual de conjunto con un Grupo de Expertos en temas económicos, integrados por los organismos globales de la economía, los sindicatos, la ANEC, científicos de la universidad, y otras instituciones con los actores económicos, con el objetivo de monitorear el estado de implementación de los compromisos contraídos en el Plan y Presupuesto para el año 2024 y el impacto de las medidas aprobadas por la máxima dirección del país.
Para ello se evaluaron planes de medidas para el mejoramiento de la situación económica financiera en relación a etapas precedentes (2021, 2022 y 2023); indicadores comprometidos en el Plan y Presupuesto del año 2024, desagregación por UEB, centros de producción, centro de costo y gasto, fábricas, y por meses; sistemas de trabajo para asegurar el cumplimiento de los indicadores comprometidos con periodicidad mensual; plan de acción para el rescate de capacidades por UEB, centros de producción y/o servicios, a partir de lograr encadenamientos efectivos con otros actores o producciones y servicios cooperados, poniendo fecha de cumplimiento y responsable en cada caso.
Se evaluó el impacto esperado en los niveles de actividad y la gestión económica financiera de la entidad a partir del rescate de capacidades subutilizadas, en el caso de las entidades que cuenten con este tipo de actividad (encadenamiento productivo, producción cooperada, asociación productiva o arrendamiento), así como demostrar los beneficios obtenidos en el orden económico financiero durante el año 2023 y los esperados para el año 2024, incluyendo los impactos en términos cuantitativos en las producciones por surtidos y servicios.
Se vio también el estado que presentaban el proceso de bancarización de las transacciones y proyecciones para el año; y propuesta de redimensionamiento en atención al perfeccionamiento de la Empresa Estatal Socialista y el sector presupuestario para lograr estructuras más eficientes y competitivas.
Se auscultaron a 58 de las 63 empresas estatales de la provincia y los ocho Consejos de la Administración Municipal.
Los principales resultados y tendencias identificadas revelaron distorsiones tales como que no se aprovechan las flexibilizaciones realizadas a los objetos sociales, la diversificación de productos y la descentralización de facultades y competencias; que existe desconocimiento de la misión de la empresa para lograr alcanzar la soberanía alimentaria y en consecuencia de las acciones y metas a lograr en cada año para su cumplimiento según el horizonte del tiempo definido en la estrategia.
Percibimos falta de preparación y dominio en la actividad que ejercen algunos decisores, lo que hizo que apreciáramos conformismo, autocomplacencia, triunfalismo y poca motivación, unido a la ausencia de estrategias y acciones para reimpulsar los indicadores económico-contables de sus entidades con pérdidas.
También hubo desconocimiento de asuntos propios de la organización y entre otras distorsiones.
Se vislumbró escaso conocimiento y preparación de cuadros y trabajadores en general, sobre cómo aplicar el pilar de la ciencia, la tecnología y la innovación para la solución de las problemáticas concretas de las empresas, concretar la debida integración entre el tejido empresarial local, vincularse con más concreción a la Universidad y alcanzar mayores impactos en el desarrollo local.
Fueron identificadas, y constituyó una poderosa “Hoja de Ruta”, más de 500 acciones posibles, probables y factibles de materializar.
Cuando se conversó y analizó con todos los Consejos de Dirección de las Empresas y los Consejos de la Administración Municipal, el espíritu de combate, resistencia y victoria del noble y trabajador pueblo tunero afloró: “Trabajando bien se puede prosperar, porque Las Tunas nunca se quedó atrás”. Con ese espíritu de victorias concluían los encuentros.
El haber compartido esa experiencia me hizo reforzar la convicción de que todos los problemas en la economía tunera tienen una solución a corto y mediano plazos; que, a pesar del impacto duro y decisivo, en algunos aspectos, de las condicionantes objetivas, con el bloqueo recrudecido a la cabeza, es en el factor subjetivo (capacidad de los cuadros y organización de procesos).
Mi intención no ha sido blasfemar o criticar destructivamente a alguien. Quien se sienta aludido o cuestionado, lea detenidamente “El Secreto para lograr mayores éxitos” del General de Ejército Raúl Castro Ruz. Si trabaja así se sentirá libre de pecados:
«El secreto para lograr mayores éxitos está en la capacidad de los cuadros para abarcar de conjunto la complejidad de la situación, establecer las prioridades, organizar el trabajo, cohesionar las fuerzas, exigir disciplina, educar con ejemplo, explicar las necesidades de cada tarea, convencer, entusiasmar, levantar el espíritu y movilizar la voluntad de la gente».
Escrito por: Dr.C. Alberni Poulot
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