Las Tunas.-En la producción y el acopio de leche el municipio de Las Tunas tiene un enorme reto que no espera: resolver los problemas y las tendencias negativas que impiden un mayor volumen del alimento hacia la industria láctea para satisfacer las necesidades de la población.
Ahora mismo hay en el municipio cabecera más de 35 mil 500 niños menores de siete años que no están recibiendo la totalidad de ese alimento, imprescindible en los primeros años de vida. ¿Cómo es posible? No recuerdo que algo así haya pasado antes.
Y ahora pasa por el gran desorden que hay y que no reconocen las estructuras directivas responsables del asunto, como aseguró el primer secretario del Partido en la provincia Manuel René Pérez Gallego, en la reunión resumen de la visita que varias comisiones realizaron a más de 350 productores de unidades cooperativas.
Pasa, además, por la falta de control y exigencia de esas propias estructuras de dirección que hoy ni saben cuánta leche se produce en el municipio cabecera porque no poseen un sistema de control estadístico para contabilizar los litros que se producen. Y vuelvo a la pregunta: ¿cómo es posible?
Las comisiones de trabajo señalaron como deficiencias en primer lugar la débil gestión de la Delegación de la Agricultura, la empresa agropecuaria municipal y las juntas directivas de las unidades, que no conocen los problemas por los propios mecanismos de control que debían tener sobre la actividad.
Otras tendencias negativas están en las deficiencias en la contratación, la falta de alimentos y de condiciones en unidades productivas, los impagos por parte de la empresa láctea a los campesinos, el no funcionamiento de la comisión de la leche en el municipio y la poca atención de los directivos a los ganaderos, todo ello, por supuesto, son causas fundamentales que atentan contra la producción y el acopio de leche.
También la industria láctea mantiene deudas en el pago a los productores por sobre cumplimiento por tres años consecutivos, lo cual desmotiva a quienes están en el campo, y no son pocos los productores que se niegan a los contratos con la industria, algunos de ellos desde hace dos años, con lo cual incumplen con su encargo social sin que pase nada.
Y vuelvo a las reflexiones del Primer Secretario del Partido en la provincia Manuel René Pérez Gallego, quien aseguró que no hay sentido de la urgencia que se vive ni se tiene conciencia de los problemas, que no se enfrentan porque sencillamente no se reconoce el desorden.
Según estimados hoy el municipio de Las Tunas con la leche que produce está en condiciones de cubrir la demanda de los niños pero no se logra por la cantidad del alimento que no llega a la industria ni a las bodegas de las comunidades campesinas, porque se hace queso o se desvía hacia el mercado informal. ¿Y entonces?
Yo no puedo sustraerme a la tentación de terminar estas reflexiones pensando en voz alta sobre algo que dijo el Primer secretario del Partido en la provincia ante los responsables del asunto: hay que apelar a la vergüenza ante algunos de los problemas que están pasando.
No hay más que decir.
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