Las Tunas.- «Para mí ha sido un gran honor ser uno de los fundadores del Programa del Médico de la Familia en la provincia de Las Tunas; 39 años de mi vida dedicados a la Atención Primaria», fueron estas las primeras palabras expresadas por el Doctor Eduardo Villamil Toranzo.
Este destacado galeno de la provincia de Las Tunas es un hombre singular, lleva consigo el sello del humanismo y la responsabilidad de formar las nuevas generaciones bajo la ética médica y el compromiso con la calidad asistencial.
«Hace casi 40 años comenzamos la transformación en las comunidades con este Programa, eran barrios prácticamente vulnerables como la zona del Aeropuerto y Alturas de Buena Vista. Allí ganamos el respeto con el trabajo cotidiano, la persistencia, la orientación y el acompañamiento.
«Ser un médico de la familia es conocer sus problemas, tratar de modificar las conductas dentro de la comunidad, vivir en ese entorno y sentirse uno más, además de trabajar unidos con el personal de la Enfermería para una buena promoción y educación en salud, y a la vez convertirse en un integrante de ese hogar», aseveró.
La medicina familiar ha tenido una evolución con alto impacto en Las Tunas, un territorio que extendió el Programa primero en la parte rural, luego se generalizó a la urbana unido a su diseminación por los ocho municipios.
«Antes éramos pocos. En estos momentos hay 556 consultorios, en tan poco tiempo ha existido un desarrollo, un apoyo y una voluntad política. Tengo un gran orgullo porque además fui el primer médico de familia ya graduado en ir para los municipios; me asignaron el territorio de Manatí, una misión que inicialmente era por un año, a solicitud en aquel momento del doctor Joaquín Valenzuela.
Lo que se había concebido por período de un año se convirtió en 28 calendarios como dirigente en ese municipio, «tengo un vínculo muy grande y especial con su pueblo, un compromiso eterno, por eso mientras viva y me den las fuerzas lucharé por ser médico de familia y atender a la comunidad.
«En la actualidad existen carencias y necesidades, pero cuando éramos más jóvenes teníamos otros problemas, no existían calles, ni iluminación pública; hoy hay una evolución satisfactoria en cuanto al galeno de aquella época.
«Ahora los médicos atienden los principales factores de riesgos de la comunidad, velan por la salud y transforman su población con el acercamiento a la investigación. En la provincia disponemos de especialistas de Segundo Grado de Medicina, Doctores en Ciencias y por primera vez con tres candidatos a los premios anuales de Salud.
«Los médicos no investigan por investigar, sino por buscar resolutividad a los problemas de la población, y esto habla a favor de un desarrollo y de una intención del polo científico ante la prevención de factores de riesgo y la promoción de estilos saludables, unido a la calidad de vida», concluyó.
Hace 40 años el país estableció una propuesta renovadora de un programa para el cuidado y la atención permanente e integral de la población, guardianes de la salud con baluartes como el Doctor Eduardo Villamil Toranzo, un galeno de todos los tiempos.
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