Tienen los maestros la dicha de formar parte de la biografía de sus estudiantes y, al unísono, que cada uno de estos forme parte de la suya. El noble oficio de tallar espiritualidades e intelectos goza y merece el mayor reconocimiento social, así lo afirma el siguiente comentario marcado por el sentido deseo de que llegue este homenaje a cada educador y educadora cubana.