Las Tunas.- Severas afectaciones ha provocado en los cultivos de cítricos de la provincia de Las Tunas, y todo el país, la presencia del Diaphorina citri, un insecto transmisor de bacterias del género Candidatus y causante de la enfermedad HLB o Huanglongbing.
Para paliar esa situación, sin soluciones efectivas hasta el momento, las autoridades del sector agropecuario decidieron sembrar pequeñas áreas de productores privados, dispersas entre sí, para evitar contagios y favorecer el control de las plagas.
En el territorio tunero se registran solo unas 270 hectáreas de cítricos, concentradas fundamentalmente en el sureño municipio de Amancio. De ellas, 33 hectáreas se plantaron de enero a octubre cumpliendo la estrategia para recuperar dichos cultivos.
En esas plantaciones hay naranja, toronja y mandarina; pero, la mayor superficie corresponde al limón persa, una variedad de alto valor nutricional y medicinal, que se adapta bien a las condiciones del suelo y el clima y que fructifica más rápido que otras especies.
Quienes hoy cultivan cítricos en el territorio tunero combaten las plagas y evitan enfermedades mediante el uso de los medios biológicos tradicionales y la aplicación de fertilizantes naturales, ante la escasez de productos y nutrientes químicos.
También resulta determinante el empeño de un asociado a la Cooperativa de Créditos y Servicios José Manuel Rodríguez, del municipio de Jesús Menéndez, quien produce y comercializa excelentes posturas de diferentes variedades, como contribución a la recuperación del programa citrícola local.
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