La falta de cultura jurídica atenta irremediablemente contra el buen desarrollo de las contrataciones económicas, y nadie puede imaginar las malas consecuencias que trae esto consigo.
La contratación económica en Cuba, y por supuesto en Las Tunas, tiene fisuras, según la opinión de especialistas en el asunto.
Por ejemplo, no hay sistematicidad en la evaluación que deben hacer los comités de contratación en el sector agrícola, y es ahí donde se observan grandes problemas. Y cuando hay problemas en la concepción de un contrato las reclamaciones paran en los tribunales.
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Otras debilidades se centran a la negociación, ejecución, elaboración y firma del contrato. .Y este es un proceso en el que los directivos principales de las entidades deben estar y no siempre es así, además del jurídico, por supuesto, que al final son los responsables de todo lo que pase. ,
Y en el caso de los productores, por ejemplo, y volvamos sobre ellos, pueden gestionar el contrato de sus producciones de manera directa con las empresas y entidades que ellos estimen, sin presiones y sin intermediarios,
En este caso es bueno aclarar que han existido cosechas que se han comercializado sin contratos, y las consecuencias han sido desastrosas, porque como no hay nada legal el incumplimiento de una de las partes, casi nunca del productor, nada puede hacerse para resolver los problemas porque no hay nada legal.
Y qué decir del sector estatal. De acuerdo con las opiniones de especialistas, las empresas incumplen con los pagos, y con los términos de prestación de servicios, de entrega de mercancías, no hay garantías de garantías, de calidad de los productos y del servicio a prestar, de formas de retribución, todo lo cual responde a la deficiente cultura jurídica, que es subvalorada desde que no se cuenta con el asesor jurídico.
Hace falta capacitación pero también hace falta seriedad en este asunto, porque las normativas están y son para cumplirlas.