Las Tunas.- El más universal de todos los cubanos, José Martí al dedicar su vida y toda su inteligencia a cambiar el destino de la Patria, deviene el ideal más alto de humanismo y un símbolo de cubanía.
El realizar de radio y apasionado investigador martiano, Wilber Antonio Díaz Velázquez, dijo a Tiempo 21 que «la obra martiana entera está dedicada precisamente al orgullo de ser cubano. Esa fue su pasión siempre, fue un hombre muy patriota, muy cubano. Él no se cansó de decir que lo que hizo fue para eso.
Con esa convicción basado en el amor a la patria y a Cuba fue capaz de atraer a todos los grandes generales de la Guerra Grande y muchos de ellos cómodamente casados como es el caso de José Maceo».
Aseguró que las nuevas generaciones pueden encontrar en nuestro Héroe Nacional, validas razones para sentirse orgullosos de compartir el lugar el nacimiento.
«Cuando tú lees el epistolario de Martí te das cuenta que todos los conceptos que maneja son conceptos de la patria, es el amor por Cuba. Yo invito a los jóvenes a que conozcan su epistolario que está publicado. Martí le escribió a su hijo, las angustias de la separación. Sus cartas a Manuel Mercado y a sus hermanas son bellas. En toda su correspondencia los jóvenes pueden encontrar hermosas maneras de amar a la patria. Que hoy están presentes».
Cubierto de una aureola mítica que le convierte, según la expresión lezamiana, en un misterio que nos acompaña, Martí, sin dudas, es un hombre superior cuya vida y obra debe ser mejor conocida, alertó.
«Hay cosas de la vida personal de Martí que hoy los cubanos no manejan. Esa realidad tan rica y bella se puede llevar una buena charla al aula y los niños van creciendo, van conociendo. Esos detalles los vamos tranculturando, que no es más que llevar la historia de voz en voz hacia la oralidad familiar».
Díaz Velázquez destacó además las confluencias de Las Tunas con el Apóstol de Cuba. «Y nosotros los tuneros tenemos todos los honores con Martí. Tenemos la Plaza Martiana que es única en el mundo.
Tenemos sitios históricos donde combatió su hijo. Manuel Agustín Nápoles Fajardo fue el primer editor de José Martí. Mira que belleza, históricas que lo relacionan con un lugar que nunca conoció».
Martí ocupa el lugar cimero en la historia de Cuba y se convirtió en fuente de enseñanza y motivación, por la magnitud de su ejemplo y la significación de su legado, para nuevas generaciones de cubanos y para muchos hombres y mujeres en el mundo.
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