Los planteamientos de la población ante los órganos de gobierno de ningún modo pueden pasar por deficiencias subjetivas que atenten contra la atención al ciudadano, porque eso iría contra la propia esencia del Poder Popular.
Y de este tema hablaremos hoy aquí, en Tiempo de cambio, el podcast de tiempo21 desde Las Tunas, Cuba, un espacio para compartir ideas, opiniones, analizar asuntos, situaciones y, sobre todo, dialogar con usted que nos escucha.
Pueden existir excepciones, pero como regla, los electores, que es decir el pueblo, plantean problemas complejos que los afectan ante los delegados de circunscripción del Poder Popular. En este sentido, generalmente tienen que ver con solicitudes de viviendas, subsidios, solares, las pensiones, asistencia social, ayuda económica y los contratos para gas licuado, dificultades cotidianas que los tuneros no pueden resolver por ellos mismos.
El programa de la Asistencia Social en Las Tunas protege a ocho mil 644 núcleos familiares, las prestaciones monetarias temporales benefician a 15 mil 200 personas, de ellas cinco mil 521 adultos mayores, dos mil 359 discapacitados, y 365 habitantes son atendidos por las 398 asistentes social a domicilio.
También se han otorgado 507 prestaciones monetarias condicionadas para núcleos familiares de madres con más de tres hijos menores de 12 años y jóvenes desvinculados del estudio para su incorporación y más de 13 mil 818 personas reciben ayuda económica para suplir los gastos de la canasta básica.
Los datos muestran la atención social en Las Tunas. Ahora, todavía en la provincia quedan 19 mil 683 personas desvinculadas del estudio y el trabajo. En este sentido se exige mayor sistematicidad en los análisis y acciones desde los barrios para transformar la situación actual, caracterizada por la elevada cifra de personas que no se interesan por estudiar ni trabajar, y aunque se han creado grupos de prevención en cada consejo popular, no han funcionado como debe ser.
No se pueden descuidar ni un momento las acciones que permitan avanzar más en la eficacia de la asistencia social a las personas necesitadas. Es cierto que se ha trabajado, pero no basta porque todavía quedan deficiencias que atentan contra tan noble asunto.
Hay que diseñar las estrategias en cada municipio con el aprovechamiento de las potencialidades de cada lugar por una sociedad cada vez más justa e inclusiva, un empeño que no se concreta en todos los territorios, con debilidades notables, por lo que es preciso fortalecer el funcionamiento de las comisiones de trabajo creadas al respecto.
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