El Presidente de la República de Cuba Miguel Díaz-Canel aseguró en Bruselas, Bélgica, que el encuentro de líderes de la Unión Europea–Caribe, previo a la III Cumbre CELAC-UE es una oportunidad para avanzar en el diálogo político de alto nivel, que se debe traducir en acciones concretas en beneficio de nuestros pueblos.
Dijo que la historia de los países caribeños allí representados está marcada por siglos de coloniaje, esclavitud y saqueo y por el injusto orden económico internacional actual y “reconocer esa realidad facilitará el entendimiento sobre quiénes somos y cuáles son nuestras aspiraciones”. Y como las relaciones entre el Caribe y la Unión Europea están aún muy lejos de aprovechar todas las potencialidades comunes existentes, es perentoria una mirada más cooperativa y solidaria hacia el Sur, especialmente hacia el Caribe.
Díaz-Canel señaló que la crisis global actual reclama de los gobiernos más entendimiento y unidad, por lo que es viable ampliar y diversificar los proyectos conjuntos en áreas de alta prioridad, “como la seguridad alimentaria, el financiamiento al desarrollo, la transferencia de tecnologías, las energías renovables, la transformación digital y la investigación científica, entre otros”.
Para las naciones caribeñas el enfrentamiento al cambio climático es una cuestión de supervivencia –indicó el Presidente cubano- y el Caribe es, sin dudas, una de las regiones más bellas del mundo; pero también es una de las más vulnerables a la amenaza global del cambio climático.
“Contamos en el Caribe con personal calificado y avanzados protocolos dirigidos a enfrentar la severidad del cambio climático y preservar el sistema ecológico caribeño, pero se necesita mayor apoyo internacional, incluyendo el de la Unión Europea”, expresó.
En otro momento de su discurso señaló que la ampliación de los vínculos entre la Unión Europea y el Caribe requiere, necesariamente, debida atención a los legítimos reclamos de reparación y compensación de los Estados de la CARICOM por los terribles daños ocasionados por la esclavitud y la trata transatlántica, uno de los más tristes y vergonzosos capítulos de la historia.
Con relación a los actuales e injustos criterios de “graduación” para recibir Ayuda Oficial al Desarrollo, el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba indicó que invisibilizan los graves efectos multidimensionales de la pobreza, la desigualdad y la vulnerabilidad, asociados a nuestra condición de Pequeños Estados Insulares en Desarrollo.
Por ello –dijo- es imperativo revisar esas calificaciones y modificarlas, de modo que reflejen adecuadamente la realidad y necesidades específicas de las naciones caribeñas. “Nos oponemos a la calificación arbitraria y discriminatoria de Estados de la CARICOM como jurisdicciones fiscales no cooperativas, lo que tiene consecuencias muy perjudiciales para sus economías, y en ello las relaciones de la Unión Europea y el Caribe deben contribuir a fomentar el desarrollo, la estabilidad y la paz de Haití, sobre la base del respeto a la soberanía y a la autodeterminación de ese hermano pueblo.
El Presidente cubano agradeció profundamente a las hermanas naciones del Caribe por su permanente solidaridad y apoyo a Cuba en todas las tribunas internacionales, “por acompañarnos en nuestro legítimo reclamo de poner fin al ilegal e injusto bloqueo impuesto a nuestro pueblo y por su firme condena a la inclusión de Cuba en la fraudulenta y unilateral lista de Estados patrocinadores del terrorismo”.
“Permítanme concluir haciendo un llamado a aunar esfuerzos para eliminar la enorme brecha de desigualdad que nos separa. Es una tarea difícil, pero no imposible. ¡El Caribe y la Unión Europea pueden y deben cooperar mejor! ¡Para avanzar hacia ese objetivo, cuenten con Cuba!”