Las Tunas.- Estrategias de intervención, consecuencias y labor multifactorial signaron el debate de la Jornada Científica sobre Embarazo en la Adolescencia, que aglutinó la mirada investigativa de especialistas, estudiosos y docentes vinculados al sector de la Salud Pública.
En esta ocasión los participantes abogaron por abordar este fenómeno desde la Atención Primaria de Salud, la escuela y el hogar como entornos inmediatos respecto a este problema que determina una elevada morbimortalidad materna.
La doctora Oneis Nuñez López, especialista en segundo grado en Epidemiología, detalló que el embarazo en la adolescencia es un riesgo médico a considerar pues en los últimos 12 años la tendencia de la tasa de captaciones de embarazo en ese grupo marca un ascenso en el registro de 35 por cada mil mujeres, cuyas edades comprenden entre los 15 y los 19 años.
Significó además que la gestación precoz provoca un incremento de la morbimortalidad infantil, del aborto y sus complicaciones del crecimiento intrauterino retardado, la prematuridad y el bajo peso, entre otros.
Por su parte la jefa del Programa Materno Infantil en la provincia la doctora Osmara López Borrero, convocó a las alianzas desde la asistencia médica para lograr una comunicación asertiva y visualizar la responsabilidad de la familia ante la asunción del tema, con el fin de lograr conductas responsables y disminuir la sexualidad en edades tempranas.
Al respecto la Doctora en Ciencias Ángela Iraice Leyva León detalló que este es un problema de naturaleza social cuyas causas exigen un mayor trabajo con la familia y de acciones de promoción de salud, y entre los efectos evitables evidencia la morbilidad grave.
Como parte del contexto actual el profesor Erikc Rondón Sánchez compartió su investigación centrada en el municipio cabecera desde una mirada integradora e intersectorial para descender la incidencia de la gestación precoz con la práctica sostenida de las políticas públicas establecidas.
Al cierre la Doctora Norkis Sánchez Alonso resaltó el aporte del espacio en el cual se expusieron los criterios de los principales investigadores vinculados a la sexualidad responsable y el embarazo en la adolescencia, cuyo indicador de impacto es no tener embarazadas adolescentes y en edades extremas.
Apuntó también que los diversos sectores inmersos en esta labor de atención integral a la adolescencia deben desarrollar su rol para disminuir sostenidamente el problema con marcados riesgos obstétricos.
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