La convicción de vencer es intrínseca al espíritu de los cubanos y sostén a través de los largos años de lucha para alcanzar la verdadera soberanía.
Ante un pueblo destrozado por el dolor, en el sepelio de las víctimas de la explosión del barco La Coubre, en marzo de 1960, Fidel Castro asumió el legado de Céspedes y Martí y definió el destino de la Revolución al pronunciar por primera vez la frase: Patria o Muerte.
Meses después, el 7 de junio de 1960, en el Congreso de la Federación Nacional de Trabajadores de Barberías y Peluquerías, el líder de la Revolución cubana completó la consigna con: ¡Venceremos!, máxima de estirpe mambisa que mantiene su vigencia frente a quienes anhelan una patria rendida a los pies del imperio.
La invasión mercenaria, la Campaña de la Alfabetización, la Crisis de Octubre, el periodo especial, ciclones, la pandemia de la Covid 19, las campañas desestabilizadoras, el cada vez más cruento bloqueo de Los Estados Unidos, NO han logrado revocar esa sentencia.
¡Venceremos! es el destino de la revolución de Fidel y Raúl, hoy en manos del relevo, legítimo heredero y continuador de la estirpe heroica que dio vida a la consigna.
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