Las Tunas.- En la actividad de cultivos varios, cosechar y certificar simientes de calidad son importantes retos de la Unidad Empresarial de Base de la Empresa Productora y Comercializadora de Semillas en la provincia de Las Tunas.
El valor de su quehacer sistemático se multiplica en los momentos actuales, cuando una severa sequía afecta al territorio tunero y se carece de fertilizantes, plaguicidas y otros recursos para una mayor vitalidad de las plantaciones.
Entonces, para que las siembras tengan éxito se requiere de posturas de calidad y, para que esas plántulas crezcan con los parámetros establecidos, lo determinante es la simiente, ya sea agámica, botánica o biotecnológica.
Según datos publicados por la delegación local del Ministerio de la Agricultura, todavía no es suficiente; pero, al cierre del año 2022 se incrementa el uso de semillas certificadas en cerca de 43 mil hectáreas.
Además, en ese periodo se incrementó la multiplicación de simientes de todos los renglones en un cinco por ciento, excepto el frijol, en el que son insuficientes los volúmenes acopiados para la reproducción.
En el caso de las vitroplantas, se produjeron 369 mil unidades, especialmente de cinco variedades de plátanos con características genéticas y físicas que les permiten adaptarse a todos los suelos y resistir mejor las plagas y enfermedades.
En el territorio tunero, los productores han adquirido una amplia cultura en la atención a los cultivos y solicitan semillas certificadas para garantizar mayor germinación y más resistencia a las condiciones de sequía, entre otros beneficios.