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En materia de salarios, al César, lo que es del César 

Las Tunas.-El reclamo a voces del aumento del salario básico, más allá de los ingresos que puedan percibir por estimulaciones a la eficiencia, ha estado presente en las asambleas de discusiones de los planes de la economía en entidades del sector de industrias en Las Tunas.

Si bien en estos encuentros no ha faltado la voluntad de imponerse a las limitaciones para cumplir los planes productivos y económicos, el marco ha sido aprovechado para plantear los problemas que en el orden material y financiero afectan, sobre todo, a quienes más se sacrifican en el proceso productivo.

Que un trabajador de Metunas o Acinox, las dos principales industrias del territorio perciba como salario básico alrededor de dos mil 500 pesos no es razonable cuando desde hace dos años se ponen en práctica medidas para perfeccionar la empresa estatal socialista.

Y no es que en estas dos poderosas entidades no se estén implementando las disposiciones que dentro de este paquete dan la posibilidad de recibir mayores ingresos a los trabajadores por concepto de eficiencia empresarial.

Ambas son ejemplo y un espejo de cómo aprovechar al máximo las materias primas, buscar valor agregado a otras producciones con lo que se desecha del proceso fabril, sin embargo en lo del salario básico el cuartico sigue igualito.

Las explicaciones están relacionadas con el reglamento que deben cumplir y exigen sus organizaciones superiores de dirección, reglamento que a la hora de explicarse resultan demasiado abstractos para quienes están más acostumbrados a pensar con las manos que a razonar sobre estos temas.

Quizás en los primeros años del aumento salarial, producto al ordenamiento monetario, dos mil 500 pesos, como estipendio básico, no fuera poco, pero hoy cuando una libra de carne de cerdo ronda los 400 pesos y una de arroz los 200, entonces resulta insuficiente.

Claro que no se trata de aumentar salarios ante la coyuntura de la actual inflación, pero si en el caso de estas industrias están creadas las condiciones para que ello ocurra, entonces ¿por qué a un trabajador, que pasa ocho horas soldando o fundiendo metales, no se puede aumentar ese salario básico?

Por suerte, Metunas y Acinox son decisivas para el desarrollo del país y las inversiones que a nivel nacional se acometen, lo que implica que se les garantice la mayor cantidad de las materias primas que respaldan sus planes, y si esto no ocurriera, si se acentuara la crisis energética, ¿qué pasaría?

El proceso de discusión y análisis de los planes de la economía para el año que inicia, ha demostrado el sentido de pertenencia, el tesón, las ganas y la voluntad de imponerse de los colectivos laborales, entonces en materia de salarios, al César lo que es del César.

/lrc/

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