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Mounteca y el Destacamento Pedagógico, una historia personal y común

Entre el lomerío del oriente cubano se le pierden las memorias a José Manuel González Mounteca, profesor con más de cuatro décadas de experiencia e integrante del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech. Hoy, este educador de la Universidad de Las Tunas cosecha no solo recuerdos, sino los resultados de una gesta que inició siendo casi niño.

«Ante la formación de una gran matrícula de alumnos que ingresaría entonces a la Secundaria Básica, resultado del esfuerzo realizado en la escuela primaria a partir de 1959; se nos hizo un llamado para formarnos como maestros.

«Un grupo de jóvenes que estábamos estudiando el décimo grado decidimos formar parte de este contingente. Me incorporé a la Secundaria de La Veguita e integré el segundo grupo, compuesto por estudiantes de Las Tunas y Holguín, fundamentalmente. En una sesión recibíamos la preparación necesaria y en otra impartíamos docencia, en una combinación de estudio y trabajo. »

Veguitas de Manzanillo y San Andrés, en Holguín, fueron algunas de las comunidades en las que estudió y ejerció labor pedagógica. Finalmente, en el año 1980 egresó como licenciado, listo y presto a desarrollar un oficio que sobresale en la Educación Superior.

«Tuve la oportunidad de comenzar a trabajar con los estudiantes que formaban parte del cuarto contingente, tras graduarme en la especialidad de Física Astronómica», explica, al tiempo que señala que lo aprendido entonces y a lo largo de los años ha sido fundamental en su formación y en la de quienes han sido sus alumnos.

Cada uno de los integrantes del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech guarda un trozo de historia, y la satisfacción de haber hecho, con su obra, tributo justo a aquel adolescente de 16 años que en el poblado de Limones Cantero, en la Sierra del Escambray fue víctima de la barbarie solo por ser maestro.

¡Ya son 50 años!, pero tal parece que para los integrantes de esa colectividad el tiempo corre en otra dimensión aprehensible, gracias a las memorias construidas en lo personal y colectivo. El destacamento  fue la encarnación martiana de que ser cultos es el único modo de ser libres.

/mga/

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  1. Saludos amigo, alegra saber de un amigo y compañero del destacamento, vivo en Holguin, estoy jubilado, salud y prosperidad, saludos.

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