Este es un hombre plenamente feliz con lo que hace. Se nombra Víctor Manuel Rondón Espinosa y se desempeña como despachador de sistema eléctrico en la provincia de Las Tunas, y desde hace 16 años siente que su vida profesional está llena de satisfacciones, por su función principal y por su labor docente como formador de nuevos profesionales.
«En lo personal desde que comencé a trabajar en la empresa eléctrica en 2007 he tenido muchas satisfacciones. Por ejemplo, trabajar cuando el huracán Ike en 2008, en varias funciones fue muy gratificante, porque a partir del nivel de destrucción que ocasionó encontramos soluciones difíciles y complejas, pero viables con la certificación de todas las líneas que estaban afectadas. Darle servicio poco a poco a las miles de personas que quedaron sin electricidad fue muy reconfortante.
«También fue de mucha satisfacción un microsistema que hicimos con el cual logramos calentar la línea de 110 KV Las Tunas-Guáimaro con la batería diésel de la ciudad de Las Tunas, un trabajo que nos llenó de regocijo».
La diversidad de sistemas eléctricos, de fuentes de generación de energía hacen muy complejo la labor de los despachadores, quienes deben tener mucho conocimiento y responsabilidad para mantener estable el sistema, a lo que se suma el alto riesgo porque se realizan trabajos en la red eléctrica de alto voltaje, y de ellos depende la seguridad de muchas personas.
En la Empresa Eléctrica de Las Tunas tiene Víctor Manuel su gran refugio profesional. Y cada día se empeña y disfruta de su labor, para mantener la estabilidad de un servicio vital para la sociedad.
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Víctor Manuel Rondón Espinosa, «colega y amigo siempre», excelente compañero de trabajo, gran persona, muy humano, ayudando siempre a quien por su camino pasa.