Todo ello, mediado también por un escenario de convulsiones y transformaciones del sistema político mundial y una crisis financiera, agravada por el impacto de la pandemia de Covid-19 en el orbe, apuntó a Prensa Latina Luis René Fernández Tabío, experto en Relaciones Internacionales.
Si bien los desafíos económicos centrarán, presumiblemente, el 2023 en la isla, el profesor titular del Centro de Investigaciones de la Economía Internacional de la Universidad de La Habana reveló otros retos internos asociados al perfeccionamiento de la democracia socialista.
En este sentido, indicó la urgencia de que delegados y diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) demuestren su capacidad de resolución a las dificultades sociales y el alcance del mejoramiento, en la medida de lo posible, de la vida de los ciudadanos, desde el punto de vista material, espiritual y cultural.
“Otra clave del enigma está en las expectativas, sobre todo de los jóvenes en edad laboral, pues una proporción relevante no considera factible la materialización de sus proyectos personales, profesionales o familiares dentro de la sociedad cubana, una de las causas de la fuerte ola migratoria actual”, aseguró.
Sumado a ello, la nación caribeña transita por un proceso de continuidad o relevo político de la denominada como generación histórica, “los constructores y líderes de la Revolución y la institucionalización del sistema, desde el 1 de enero de 1959”.
PANORAMA LEGISLATIVO
Yuliesky Amador, máster en Derecho Constitucional y Administrativo y profesor de la Universidad de Artemisa, explicó a Prensa Latina que la condición de Cuba como Estado de derecho y justicia social, con claras bases democráticas, trasciende su enunciado en la Constitución de la República de 2019.
“Implica que los ciudadanos puedan sentirse protagonistas y su participación esté acompañada de resultados a sus propuestas y opiniones sobre temas específicos y de importancia para el país, sobre todo, si esos criterios incluyen el marco jurídico y contribuyen al fortalecimiento de los derechos y garantías”, aseguró. Por ello, Cuba desarrolló un amplio cronograma legislativo que, desde la ratificación de la Carta Magna, incluyó la aprobación de 36 leyes y 83 decretos leyes, surgidas a partir de las “necesidades objetivas y del esfuerzo de organismos, instituciones y la sociedad”.
No obstante, continúa el trabajo en proyectos aún pendientes y en la elaboración de nuevas disposiciones normativas, “que sirvan de garantía efectiva y real a cada uno de los derechos consagrados en el máximo documento rector de la nación caribeña”.
Por tanto, uno de los desafíos permanentes de la isla para el año venidero es el paso de la creación, consentimiento y entrada en vigor de las leyes a su “adecuada interpretación y aplicación por los operadores”; de igual manera, una mayor preparación de quienes imparten la justicia.
Amador puntualizó que, entre las disposiciones previstas para su debate en la próxima legislatura, aparecen la Ley Tributaria, Ley de Patrimonio Estatal, Ley de Empresas, Ley de Protección de los Derechos de los Consumidores, Ley de Migración Interna, Ley de la Vivienda y Ley de Salud Pública.
PROYECCIONES
Durante el Décimo Período Ordinario de Sesiones del parlamento, celebrado los días 12, 13 y 14 de este mes, el ministro de Economía y Planificación Alejandro Gil aseguró que 2023 experimentará una mayor celeridad en la recuperación gradual, gracias a condicionantes como el control de la Covid-19.
Igualmente, señaló los resultados de los recientes periplos internacionales de la dirección del país a Argelia, Türkiye, Rusia, China y el Caribe, y la concreción de significativos acuerdos en esferas estratégicas como el suministro de combustible y la energía.
El titular advirtió entre las «fortalezas» la recuperación del turismo y la diversificación y complementariedad de los actores económicos; la consolidación de las medidas aprobadas para el incremento en la producción de bienes y servicios, y el impulso del programa de estabilización macroeconómica.
Para Antonio Romero, doctor en Ciencias Económicas y profesor titular del Centro de Investigaciones de la Economía Internacional (CIEI) de la Universidad de La Habana, en el año próximo es imprescindible la reducción de los niveles de vulnerabilidad social, incrementados, entre otras causas, por la inflación.
«Es un fenómeno complejo y multidimensional, pero en un sistema social como el nuestro centrado en la búsqueda de la equidad y donde, según su narrativa política, nadie quedará desamparado, debemos revaluar cuál es la situación de esos sectores golpeados por la situación actual», aseveró a Prensa Latina. (Tomado de Prensa Latina)