Las Tunas.-Muchas y diversas son las barreras físicas, mentales y sicológicas que deben vencer los jóvenes con discapacidad que optan por los estudios superiores en el empeño de insertarse, con mejores oportunidades en la sociedad.
Aunque desde las asociaciones que los acogen, se les facilitan las herramientas necesarias para transitar por todos los niveles de enseñanza y el acceso a una carrera acorde con sus aptitudes, al llegar a la Universidad están obligados a insertarse en un medio que no tiene en cuenta sus necesidades especiales.
Por ello, en aras de lograr una aproximación cada vez más certera a una educación inclusiva, en la provincia de Las Tunas se ejecuta el Proyecto Promoción de la accesibilidad de los estudiantes con discapacidad a la Educación Superior, conocido como ACCESS.
La Dra. C. Blanca Nieves Rivas Almaguer, coordinadora en la Universidad tunera, dijo a Tiempo 21 que el proyecto cuenta con el aporte financiero de la Unión Europea para crear un Centro de Apoyo con recursos tecnológicos y el personal calificado que garantice ayuda sicológica, logopédica, pedagógica y didáctica especial y jurídica tanto a los estudiantes como a los familiares.
Explicó que los objetivos de trabajo abarcan todo lo relacionado con la atención a los alumnos con necesidades especiales de desarrollo, ya sean visuales, auditivas motoras, trastorno del espectro de autismo, entre otras. En tanto, se extiende a las instituciones educativas de los niveles de enseñanza precedentes para garantizar un aprendizaje de calidad a lo largo del proceso de formación.
Con una duración de cinco años, ACCESS propiciará asimismo que los docentes reciban preparación y asesoría para que sepan que hacer en el proceso de interacción con personas en situación de discapacidad.
El proyecto coordinado en Cuba por la Universidad de Matanzas, beneficia además a la Universidad de Ciego de Ávila y la Universidad Agraria de La Habana.
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