Colombia, Las Tunas.- Un primer trabajo periodístico, días atrás, nos permitió obtener diversos criterios de la población en el municipio Colombia sobre la distribución del Gas Licuado de Petróleo, que aquí se realiza por circunscripción, en cinco de los siete consejos populares. La rotación para adquirir la conocida «balita» ya andaba por los cinco meses, cuando lo establecido en el contrato es cada 15 días.
Desde el Consejo de la Administración Municipal se adoptaron medidas para la regulación de su venta, el coordinador de objetivos y programas, Reinaldo Velázquez Reinaldo, nos ofreció su criterio.
¿Qué causas provocaron la venta de la balita de gas licuado por circunscripción en Colombia?
«A raíz del programa nacional de gasificación en nuestro país se priorizaron los cinco consejos populares del área urbana con seis mil 678 núcleos que cuentan con el contrato de los 12 mil 015.
En un primer momento se estipuló que fuera hasta un mes, y luego por la gran cantidad que entraba al municipio se acordó que el cliente pudiera comprar cada cuatro días. Esto también propició que ocurrieran hechos como el traslado hacia otros municipios aledaños (Guáimaro o Amancio), además de la existencia de personas que utilizaban listas, llegaron a existir hasta 14 en un momento determinado.
Asimismo, comenzaron las aglomeraciones en horarios tarde-noche con molestias a la población circundante, y a realizarse negocios alrededor de este asunto. A partir de la experiencia en el municipio de la venta de productos por circunscripción, se adoptó comercializar la «balita» por esta vía»
¿Tiene facultades el Consejo de la Administración Municipal para tomar esta decisión?
«Dentro de los documentos legales, como lo es la Constitución de la República de Cuba, las administraciones locales poseen facultades para tomar decisiones en la búsqueda de una mejor organización de los servicios, y este es uno de ellos.
Hoy nos afecta el nivel de entrada de este recurso, que no nos ha permitido cumplir con la estrategia planificada. Ello ha generado ciertas insatisfacciones, como bien se ha evidenciado en los trabajos periodísticos»
Son varias las inquietudes, como que los mensajeros le compran a clientes fuera de la zona que les corresponde, delegados de circunscripción que no son rigurosos a la hora del control de la venta, y precios que oscilan entre mil 500 pesos de manera ilegal.
¿Sobre estas preocupaciones que nos puede apuntar?
«Este proceso de gasificación trajo consigo una nueva forma de trabajo por cuenta propia: los mensajeros, y aquí se realizaron contrato a seis de ellos. En un primer momento se les facilitó comprar hasta cuatro balitas diarias, luego, como consecuencia del incremento de la Covid-19 durante el año 2021 y para evitar aglomeraciones, se les dio la oportunidad de adquirir 10 balas de gas por día.
Los sábados mantenemos las prestaciones a los sectores vulnerables, previo autorizo del órgano de atención a la población del gobierno, siempre que xista en existencia.
En cuanto a los precios hemos indagado y en los últimos días se han intercambiado con los mensajeros y con el propio personal de Cupet, analizando y alertando de las diferentes opiniones y situaciones. No descartamos esta realidad, pero necesitamos que la población nos dé evidencias para analizarlas oportunamente.
Nos queda exigir por el cumplimiento de lo que hemos estipulado con el propósito de mejorar el servicio». Mayor organización y control requiere la venta de la «balita» de gas licuado en Colombia, un recurso más que imprescindible en tiempos de crisis energética en nuestro país.
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