Radio Victoria en Vivo

InicioHistoriaMariana, raíz de este caimán

Mariana, raíz de este caimán

Los cimientos de la cubanía se estremecieron cuando, ante la historia nacional; Mariana Grajales reunió a su familia para decirles: “De rodillas todos, padres e hijos, delante de Cristo, que fue el primer hombre liberal que vino al mundo, juremos libertar la patria o morir por ella”.

La guerra libertaria, humana, adelantada e intempestiva había llegado hasta el hogar numeroso y digno de Doña Mariana Grajales y Marcos Maceo; y a la manigua se fue aquella prole heroica, aquella tribu de guerreros que desafiaron los estándares de su época para tallar la identidad, la idiosincrasia, el espíritu de la nación y de lo cubano.

Y en la manigua irredenta vivió; en los campos de la contienda de los Diez Años perdió a siete de sus hijos y al esposo; allí curó las heridas sanadoras de los dolores de la Patria, enseñó a sus vástagos los caminos de la independencia, desafío las barreras de la época, temores y lágrimas.

Después de este tránsito glorioso, Jamaica la acogió y como todos los cubanos mambises en su bregar fecundo, sufrió los rigores de la pobreza y la vigilancia de las autoridades españolas. Con su fuego inextinguible continúo insuflando nuevos caminos para la Patria y su voz de anciana contando las historias de la guerra como lo hizo a José Martí, quien la encontró en esas tierras y de sus empeños libertarios le habló a la anciana venerada.

«¿Qué había en esa mujer, qué epopeya y misterio había en esa humilde mujer, qué santidad y unción hubo en su seno de madre, qué decoro y grandeza hubo en su sencilla vida que cuando se escribe de ella es como desde la raíz del alma, con suavidad de hijo, y como de entrañable afecto?», diría luego en el periódico Patria, el Apóstol de la Independencia de Cuba. Esa muestra de admiración y respeto es la misma que se repetirá ante su deceso, el 27 de noviembre de 1893, cuando deposita a título personal y del periódico Patria, una corona solo con una palabra: Madre.

Hoy, descansa la Mater Patria, la Madre de la Patria, en la tierra que anheló libre y a la cual pidió regresar cuando el mandato de los cubanos fuese el único rector de los destinos de esta tierra a la cual consagró su vida y la de sus hijos. En Santa Ifigenia la honra hoy  un pueblo que tiene la convicción de que ella vive más allá del camposanto en el combate que hoy libran los cubanos por la vida y por la libertad ganada.

Con sus 206 años cumplidos, Mariana de Cuba, mujer vital, raíz de este caimán, simboliza la estatura de nuestras mambisas cotidianas, la  resolución, el valor, la fortaleza, el amor y la firmeza de las cubanas. Mariana multiplicada en tantas hijas suyas que enfrentaron y  enfrentan las vicisitudes con igual valor, mujeres que sostienen la Patria.

/mga/

Comente con nosotros en la página de Facebook y síganos en Twitter y Youtube

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí