Las Tunas.- Un importante donativo consistente en material de oficina, mascarillas, caretas y aseo personal, realizaron dos trabajadores por cuenta propia al policlínico docente Manuel (Piti) Fajardo de la ciudad de Las Tunas.
Joan Silva Zamora, trabajador no estatal en la actividad de tenedor de libros y Carlos Manuel Ramos Cevilla, rotulista, cifrador y grabador, manifestaron su orgullo al poder apoyar al personal médico en esta batalla contra la Covid-19.
En el caso de Carlos Manuel, quien ha realizado ya varias donaciones de protectores, faciales de plástico, los cuales realiza en su pequeño taller, se sumó ahora a la entrega de planillas y modelos para que los médicos puedan realizar las encuestas epidemiológicas a los sospechosos y enfermos, algo hoy muy deficitario en el territorio.
Dijo que de esta manera retribuía y agradecía la atención que recibió en este propio policlínico cuando hace nueve años llegó con un padecimiento de urgencia y gracias a la profesionalidad y rápida actuación del personal médico conserva su vida.
El doctor Adriel Carballo Peraza, especialista en primer grado en Medicina General Integral, agradeció a nombre de los trabajadores del policlínico y del área de Salud por este donativo, en un día tan significativo como el 20 de agosto cuando se dio a conocer la validación de dos nuevas vacunas cubanas para enfrentar la pandemia.
Estuvieron presentes en este donativo las máximas autoridades políticas y gubernamentales en el municipio cabecera, directivos de Salud, así como profesionales y trabajadores de la institución médica.
Este gesto humanitario se sumó al que en la mañana del propio viernes realizara el campesino Argel Fundora, quien donó una tonelada de productos agrícolas al Hospital Ernesto Guevara, principal centro asistencial de la provincia.
Entre las buenas nuevas en esta batalla contra la pandemia en Las Tunas sobresale, además, la incorporación a laborar en la zona roja del “Guevara” 37 enfermeros de la brigada Henry Reeve , quienes prestaban colaboración en el municipio de Colón en Matanzas, lo hicieron sin quitarse el polvo del camino y sin visitar a sus familias.
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