Las Tunas.- Hablar de Cuba y estará siempre íntimamente ligado a hablar de Fidel. Ese hombre que identificamos acariciándonos la barba es y será una de las personalidades políticas más famosas del mundo y también una de las más astutas. Es una figura capital en la historia de la isla, es idolatrado, de resonancias míticas.
Aquel inquieto estudiante de Derecho, líder guerrillero y Eterno Comandante de Cuba, poseía cantidades superlativas de cualidades que se admiraban, elocuente, ingenioso y valiente. Sin embargo, hoy por hoy tiene fervientes seguidores y jurados enemigos, pues sus proezas y las muestras de su ingenio propiciaron que nacieran quienes lo amaran y quienes lo despreciaran.
Pero sin temor a equivocarnos hoy se puede afirmar que en Cuba todos los agradecidos dicen Yo soy Fidel. Es que cada piedra, flor, aroma y luz de esta isla huele a Fidel. En la cotidianidad, su impronta pervive y está presente en cada labor científica, deportiva o cultural, porque fue guía e inspiración de una mejor sociedad.
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