Las Tunas.- A los cinco años, Liover Betancourt decidió que su futuro en el deporte estaría en la práctica de la lucha y eso lo inspiró para cada día mantener la ilusión y los sueños.
Hoy, a sus cortos 20 añitos sabe que, a pesar de los contratiempos y los sacrificios, en el colchón ha encontrado sus mayores alegrías.
Su papá Erasmo fue el que lo descubrió cuando era pequeño y vio que tenía fuerza y agilidad para andar por ese camino y lo cierto es que no se equivocó.
Liover por estos días se entrena en la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE) Carlos Leyva González con la mira puesta de los Primeros Juegos Panamericanos Juveniles, con sede en Colombia.
“Me siento bien y quiero llegar a Cali con la preparación al 100 por ciento y ganar el título”.
En sus entrenamientos matutinos diarios, Liover tiene la posibilidad de ponerse en forma.
“No tengo pareja y por eso tengo que prepararme al doble y eso requiere de sacrificio y estoy seguro de que me irá bien. Todos los días tengo la mente puesta en mi preparación y tengo claros mis objetivos”.
En el clasificatorio de México, Betancourt no pudo alcanzar la medalla de oro, pero enfrentó a los mejores luchadores de su categoría.
“Yo llevaba dos años sin entrenar y pienso competir con los mismos rivales. Tengo grabaciones de cada pelea y todos los días estudio porque mi mente está puesta en la final”.
Liover tuvo un gran apoyo de su mamá, los vecinos, los entrenadores y sus compañeros.
“Yo cada vez que termino una pelea me comunico con mi mamá porque todos están pendientes a lo que hago y es agradable saber que hay gente que te sigue y que quiere que ganes”.
Para Liover lo más importante es trabajar duro y ganar la medalla de oro.
“Yo quiero obtener la medalla de oro y voy por eso”.
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