Las Tunas.- La investigación y posterior generalización de los resultados ha marcado la vida del Máster en Ciencias de Pastos y Forrajes, Jorge Luis Rivero Moreno, quien dedicó muchos años de su vida a la Estación Experimental de la provincia de Las Tunas.
En ese período protagonizó diversos estudios sobre la tithonia, morera y moringa, plantas proteicas que luego demostraron su eficacia en la alimentación animal, especialmente del ganado vacuno, con los consiguientes incrementos en la producción de leche y carne.
Ahora es el presidente provincial de la Sociedad Cubana de Utilización y Producción de los Pastos de la Asociación Cubana de Producción Animal, y de manera reiterativa su vida sigue asociada a los pastos Mulato, Yacaré y Estrella y a variedades muy nutritivas como Cratilya y Leucaena.
No obstante, sabe que además de la siembra de la comida para el ganado es imprescindible desarrollar otras acciones como la inseminación artificial, la recogida de agua y, especialmente, la conservación del alimento que se usará en el período más seco de cada año.
En los ocho municipios tuneros hay buenas experiencias con el silvopastoreo, que es la producción ganadera en escenarios en los que interactúan plantas leñosas perennes con los componentes tradicionales (forrajeras, herbáceas y animales) bajo un sistema de manejo integral.
“De afuera no hay que buscar nada. Todo está en los potreros; solo falta tener la habilidad de conducir esa premisa mediante los pedestales, bloques nutricionales, la carga adecuada y otras acciones que redundarán en más leche y carne, que es lo que hace falta”.
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