Las Tunas.- El uso de los cajeros automáticos para extraer dinero mediante la tarjeta magnética sin necesidad de acudir a una entidad bancaria es una de las mayores comodidades que ofrece la tecnología, sin embargo, en Las Tunas ocasiona no pocos inconvenientes.
Con el paulatino proceso que vive Cuba de informatizar la sociedad cada vez son más quienes disponen de canales electrónicos como medios para utilizar su dinero, ello, sin embargo, hace visible el reducido número de cajeros automáticos de que se dispone en la provincia.
Largas colas evidencian la escasez de estos equipos, los cuales ante el constante uso requieren frecuentemente trabajos de mantenimiento o se les agota el efectivo disponible.
Estas incorfomidades arrastran otros problemas, como quienes, en aras de evitar las colas, ceden sus tarjetas para que otra persona le extraiga dinero, sin tener en cuenta cuan vulnerables son los datos personales en el entorno digital y las nefastas consecuencias que puede acarrear la no protección adecuada de los mismos.
Así mismo todavía hay quienes por su avanzada edad no saben trabajar con el cajero automático o no disponen de un teléfono celular con aplicaciones como Tranfermóvil y Enzona, y deben acudir a estos equipos solo para consultar su saldo disponible.
Innegable son las ventajas de la informatización de estos procesos, pero lo es también el hecho de que a medida que se avanza en esta vertiente se necesita crear la infraestructura necesaria para su implementación.
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