Desde la aparición de los primeros casos de Covid-19 en la provincia de Las Tunas estudiantes y profesores de la Universidad se ofrecieron como voluntarios en las diferentes tareas de enfrentamiento a la pandemia.
Tras habilitar un centro de aislamiento en la sede de esa Casa de Altos Estudios, tampoco dudaron en laborar allí a pesar del peligro.
El joven Ángel Michel Gallego Tomás cursa el quinto año de Comunicación Social y es uno de esos valientes que hoy conocen lo que es estar bien cerca de la Covid-19. En el centro de aislamiento, él y sus compañeros intentan pintar de verde la zona roja, repartiendo esperanzas.
Tiempo21 le propone escuchar su experiencia.
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