Las Tunas.- El octavo Congreso del Partido Comunista de Cuba ha debatido los temas medulares de la política, la economía y la sociedad en la Isla, con una repercusión en el pueblo, que no solo reconoce la valía del cónclave, sino que pondera todo lo que traerá para el país la cita de los comunistas cubanos.
Marina Lourdes Jacobo, presidenta de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en la provincia de Las Tunas, señaló «que el Congreso valida lo que dijo Raúl Castro, sobre los dirigentes que hoy continúan con la dirección del país, que están muy bien preparados y convencidos de que hay una visión y una misión diferente, pero desde, con y para la Revolución. Eso lo sentí en los debates y en las comisiones que tienen una claridad absoluta del futuro del país».
Para Wilber Antonio Díaz, realizador radial, el informe presentado por Raúl Castro «abordó varias cuestiones que hoy el Partido y los cubanos y la Revolución deben tener muy en cuenta. La crítica a los dirigentes pasivos fue amplia en el Congreso tanto en el discurso de Raúl como en las comisiones. Yo en lo personal considero que es cierto: los directivos deben ser más activos, deben ser personas muy cercanas al pueblo, hay que interactuar con las masas. Muchas veces un jefe se pierde iniciativas de un trabajador porque no ha sido capaz de preguntarle».
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La cultura como escudo de la nación fue uno de los asuntos más debatidos. Ernesto Parra, diputado al Parlamento cubano y director de Teatro Tuyo afirma que el Congreso tiene una importancia vital para el país y en particular para la cultura, que verticaliza todo el desarrollo de una nación y es fundamental; por eso mientras no cambiemos el modelo que se puede tener -de forma equivocada- de buscar solo en la cultura un mero entretenimiento, y no ese sostenimiento espiritual e ideológico que poseen las artes; creo que no podremos avanzar hacia los destinos de un país que con su modelo social quiere ser sostenible, próspero.
«Este Congreso no ha dejado de analizar el tema de la cultura porque es justamente ahí donde puede haber una presencia negativa para desvirtuar, descontextualizar y equivocar el rumbo de un país que mediante su cultura está construyendo una historia y un futuro desde este presente».
Los tuneros, como la inmensa mayoría de los cubanos, ponderan las ideas y los debates del Octavo Congreso del Partido Comunista de Cuba, y están dispuestos a sustentar todos los lineamientos que de él emanen para impulsar el desarrollo político, económico y social de la Isla.
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