Las Tunas.- Cuando Yumilka Fuentes Hernández era una niña, sus juguetes preferidos eran una tiza y un pizarrón. De sus padres, maestros primarios, heredó aquella pequeña el amor por el magisterio.
Más tarde, cuando le correspondió decidir sobre su futuro, optó por ser educadora de círculo infantil y así llegó a Las Tres Casitas, centro educativo en el que labora desde hace más de 15 años.
Poder acompañar a los pequeños desde la primera infancia, estar presente en cada logro, conocer sus miedos, calmar el llanto, reír juntos… son algunos de los tantos momentos que disfruta esta educadora de Las Tunas.
Actualmente se desempeña como directora y, aunque el cargo no le permite estar a tiempo completo al lado de los niños, ella siempre busca la manera de participar en sus actividades, porque educar es su vocación y “jamás podría dejar de hacerlo”.
/mga/
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