Las Tunas.- La pandemia de la Covid-19 no solo ha afectado la salud de los cubanos sino sus rutinas. La necesidad de evitar el contacto entre las personas y la poca disponibilidad de combustible para sostener el transporte son razones suficientes para que una buena parte de los trabajadores haya cambiado sus escenarios habituales por la casa.
A pesar de que el teletrabajo es una necesidad, en algunos centros laborales falta el apoyo desde la dirección a esta forma de trabajo a distancia pues aún no se ha pensado seriamente en su incorporación a las dinámicas habituales.
Pero el desplazamiento de las rutinas laborales también ha implicado un cambio al interior de esas actividades caseras, pues muchas responsabilidades convergen en este espacio. Suele suceder que quienes se quedan en casa para trabajar, terminan disociados por las demás tareas hogareñas que no pueden esperar.
Es cierto que la Covid-19 nos ha obligado a desdoblarnos, a encontrar otros caminos que no son ni los más fáciles ni los más cortos, pero que siempre han estado ahí. Bien puede ser el teletrabajo una de esas maneras que en poco tiempo deje de ser tan “novedosa”, como ahora, para convertirse en algo imprescindible.
Tiempo 21 le propone escuchar opiniones sobre el tema en el siguiente material.
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