Si alguien sabe de las dificultades de la vida, ese es Blas Rodríguez Pérez, quien a sus 80 y tantos años de edad y gracias a su memoria prodigiosa recuerda que la miseria de su infancia lo llevó a incorporarse al Ejército Rebelde y luchar por una vida mejor.
Con solo 23 años de edad, siendo muy joven, partió hacia la Sierra Maestra y allí en Minas del Frío esperó su oportunidad de combatir.
Como parte de la estrategia de Fidel Castro de llevar la guerra de las montañas al llano, se incorporó a la Columna 12 Simón Bolívar, al mando de Eduardo Sardiñas, y con ella llegó al territorio tunero de San Joaquín donde participó en varias acciones armadas.
Tras el triunfo revolucionario de 1959 participó activamente en las nuevas trasformaciones políticas económicas y sociales y hoy comparte con las nuevas generaciones sus vivencias en la lucha contra la tiranía batistiana.
/mga/